Es tal el impacto de la renovación de esta fabulosa torre de agua en Países Bajos, que fue galardonada con el ‘Premio Water Tower 2020’, el cual es una distinción a la mejor renovación de este tipo de infraestructuras históricas.

A mediados de 1915, la torre de agua de la ciudad Nieuw-Lekkerland, Holanda, fue abandonada. Años después, al ser tan solo unos niños, los primos Steven y Lennart de Jong disfrutaron de esta estructura para jugar y divertirse.
Gracias a estos recuerdos, los familiares de Jong no dudaron en pagar una suma de US$245.000 cuando la torre de agua fue subastada en 2011. Para este momento, Steven y Lennart eran solteros, pero planeaban mudarse a su creación una vez conformaran familias para poder compartirla.

Quien fue el primero en mudarse con su esposa a la torre fue Lennart, pues justo cuando quedaron embarazados emprendieron una nueva aventura hacia su nuevo hogar; pero, antes de que naciera la bebé, decidieron trasladarse a un sitio que fuese más adecuado para el estado de su pareja Arianne.
Los elementos industriales y robustos fueron empleados para la restauración de la torre de agua; además, también debieron implementar un nuevo sistema eléctrico para que así la totalidad de la estructura contase con energía.

Acorde con el jurado del ‘Premio Water Tower 2020’, citado por el portal web Clarin, “Las grandes ventanas de piso con vistas al río Lek contribuyen a la calidad de los espacios de la torre y encajan a la perfección con la apariencia robusta”.

Gracias al inmenso tamaño de la torre, sería posible la creación de una tercera vivienda, esto si se tomase en cuenta el tanque de agua. Por ahora, el complejo cuenta con dos modernas casas, las cuales tienen dimensiones de 6 metros de altura cada una.

“No conviertas una torre de agua en una casa, vive en una torre de agua”, fue el concepto y lema que emplearon los arquitectos durante la restauración, esto según el medio 20 minutos.