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Cuál es el mejor clima para el desarrollo humano, ¿calor o frío?

Desde hace más de 40.000 años, las personas se han visto forzadas a adaptarse y evolucionar con diferentes entornos, donde los polos fríos y calurosos han incidido en la calidad y estilo de vida que actualmente tiene la humanidad. Pero, ¿cuál es el mejor clima para el desarrollo humano?.

Diferentes estudios del siglo XX han demostrado que la condición y entorno idóneo para el desarrollo humano está a una altura sobre el nivel del mar, donde el umbral térmico es más ideal para la salud de las personas.

Algunos expertos de salud han asegurado que la temperatura ‘perfecta’ para el desarrollo humano es entre los 21ºC y los 26ºC, junto con una humedad entre el 30% y el 60%.

Si la temperatura o humedad anteriormente mencionadas son menores o extremadamente mayores, podrían afectar la salud, esto acorde a la presentación “Los Seres Humanos en el Ártico” del profesor de la Universidad de Oulu, Hannu Rintamäki y el Instituto Filandés de Salud Ocupacional.

Rintamäki trajo a colación la teoría darwiniana para explicar que los humanos venimos de los trópicos, por ello, las personas siempre buscan mantener un «microclima tropical» en sus viviendas, oficinas, medios de transporte y a la hora de vestir, pues se busca que la vestimenta permita cubrirnos de los fuertes fríos.

En la conferencia, se mostró que “el cuerpo humano está en su mejor momento cuando puede regular el calor fácilmente ajustando el flujo sanguíneo”. Es decir, cuando la temperatura superficial del cuerpo desciende de los 15ºC o sube a más de 45ºC, la salud empieza a correr un gran peligro.

“A medida que la piel y el tejido de abajo se enfrían, la potencia muscular disminuye en un 2% por grado”, dijo el profesor de la Universidad de Oulu. Cuando se empieza a experimentar una temperatura corporal tan fría, los brazos y las piernas son los primeros en ser afectados, donde los músculos son incapaces de realizar algún movimiento con gran agilidad.

En el caso del calor extremo, este puede provocar deshidratación, insolación, enfermedades respiratorias, cerebrovasculares y cardiovasculares; además, que los efectos medioambientales como en la calidad del aire, pueden ser más dañinos que en un entorno frío.

En todo caso, gracias a la tecnología y evolución, el ser humano puede adaptarse a diferentes climas, desde uno muy frío hasta uno muy caluroso; lo ideal sería vivir en zonas donde el clima permita que la temperatura corporal se ubique entre los 35º y 37º.

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