La anuptafobia es el miedo irracional, persistente e injustificado a quedarse soltera o soltero para siempre.
La sintomatología de esta fobia incluye ansiedad, pensamientos repetitivos y catastróficos, creencias irracionales sobre quedarse soltero y comportamientos excesivos centrados en la búsqueda de pareja.
Aunque este tipo de miedo es algo que le puede ocurrir a cualquier persona, se ha observado que es más probable que les ocurra a mujeres en el rango de los 30 años debido a la presión social.
El deseo de estar en pareja o encontrar el amor es un deseo natural, y no debe confundirse con una preocupación moderada o pasajera sobre ello.
Sin embargo, se considera patológico cuando se trata de una obsesión que interfiere en la vida diaria y no estar soltero se convierte en el principal objetivo de la vida de la persona.
Causas del medio a quedarse soltero (a)
Presión social
Algunos de los factores que influyen en el miedo a quedarse soltera o soltero son el ideal social de pareja y la presión que genera la ausencia de pareja en algunas personas.
Todavía sigue siendo frecuente escuchar alusiones al reloj biológico femenino, con frases como “se te pasa el arroz” o “tú ya no puedes perder el tiempo”.
Para algunas cuestiones, la sociedad sigue basándose en una serie de valores asentados en la idea de “familia tradicional nuclear” y la idea de que una vida plena pasa por casarse y tener hijos.
Esto puede llegar a hacer que se asocie estar soltera a un fracaso personal.
La dependencia emocional
Un componente bastante común en la anuptafobia es la dependencia emocional, que puede suponer que se establezcan relaciones de pareja poco saludables y que lleguen a aferrarse a una relación traumática de manera irracional.
Las personas con dependencia emocional se caracterizan tanto por falta de confianza en sí mismas como por falta de autonomía, siendo probable que aparezcan episodios de ansiedad por separación y miedo a la soledad.
Todo ello genera estrategias interpersonales de control para mantener a la pareja al lado como, por ejemplo, modificar planes cuando éstos implican no estar juntos, buscar la atención del otro para no sentirse sola o solo, expresiones emocionales impulsivas.
Esto es debido a que la falta de valía propia y las inseguridades son compensadas a través de la relación de amor con la otras persona.
Otro de los factores que se asocia a la dependencia emocional es la sobreprotección parental, ya que el autoritarismo parental se vincula a la incapacidad de desarrollar comportamientos independientes y autónomos.
Inseguridad a quedar solo (a)
Otra posible causa en el origen de la anuptafobia, en el origen del miedo a quedarse soltera o soltero, puede ser tener un estilo de apego inseguro, es decir, la persona no ha aprendido a desarrollar una base de seguridad ni en sí misma ni en el vínculo con otros.
La infancia resulta una etapa clave para el desarrollo de la personalidad y de nuestro estilo de vincularnos, de establecer relaciones con otras personas que se prolongarán hasta la vida adulta.
En este sentido, cabe destacar como factores de riesgo en el miedo a quedarse soltera o soltero las vivencias infantiles complicadas con posibles traumas, la ausencia física o emocional de los progenitores, o la presencia de relaciones sentimentales vividas como dañinas o confusas para la persona.
Así puedes superar el temor de quedarte soltero (a)
Lo más importante para poder ser una persona más independiente emocionalmente y superar el miedo a quedarse soltera o soltero es tomar conciencia de la situación y aceptarla, pues sólo así estaremos preparados para cambiar y/o pedir ayuda.
Algunas sugerencias que pueden ayudar son las siguientes:
- Identificar y cambiar creencias arraigadas sobre la soledad, las relaciones de pareja, el fracaso, etc.
- Disfrutar de la soledad pasando tiempo de calidad: aprender a disfrutar de los momentos que no se comparten en pareja.
- Compartir tiempo con otras personas: muchos tienden a asociar la soledad con el hecho de no tener pareja, a pesar de poder estar acompañados sin tener una relación de amor.
- Es importante dedicar parte del tiempo a relacionarse con otras personas que no sean la pareja, hacer planes con amigos y con la familia, tener la oportunidad de conocer gente.
- Potenciar la autonomía: reconocer y expresar emociones, pensamientos, decisiones, necesidades e intereses.
- Intentar desarrollar actitudes autosuficientes: resolver los propios problemas y no esperar a que alguien lo haga por nosotros.
- La independencia puede ser un camino para recuperar la autoeficacia, la autoestima.
Ser coherente con uno/a mismo/a: identificar los valores, creencias y necesidades de cada uno/a tomando distancia de ciertas creencias sociales.
Mejorar nuestro sentimiento de valía personal desde el interior de cada uno/a, ya que nos garantiza más estabilidad que el refuerzo externo, de otras personas.