Publicidad

Canadá ya no es el país más feliz del mundo, cada vez son más los casos extremos de salud mental

Según un nuevo informe “Canadá en estos momentos está lidiando con una ‘bomba de tiempo’ de violencia, adicción y suicidio relacionada con décadas de servicios deficientes de salud mental para su población más joven”.

Indiscutiblemente Canadá es un país con una gran reputación en aspectos como la seguridad, economía estable, apertura para los expatriados, una multicultura envidiable, educación y salud con los más altos estándares. Es ubicado como uno de los lugares más felices del mundo; sin embargo, parece que gradualmente esta percepción ha cambiado.

Ahora es más común ver a chicos que sufren de sobredosis por opiáceos y otros males sociales relacionados con la adicción y los problemas de salud mental.

De acuerdo con los expertos, esto se debe a años de decadencia en lo que respecta a la salud mental, sin fondos que respalden una inversión en este campo, por lo que han hecho que este fenómeno sea cada vez más creciente; el que además se exacerbó debido a la pandemia por el coronavirus.

«La cantidad de jóvenes con problemas de salud mental y adicciones en Canadá ha estado creciendo exponencialmente durante más de una década», dice Bjug Borgundvaag, médico de la sala de emergencias del Hospital Mount Sinai en Toronto.

«Tratamos de hacer lo mejor que podemos, pero tenemos cosas muy limitadas que podemos ofrecer», dice.

Toronto con las alertas encendidas

Frente a esta realidad, Toronto es una de las ciudades que más se ha visto afectada, razón por la que su alcalde John Tory está pidiendo una cumbre nacional sobre salud mental y dice que estamos viendo una «crisis de salud mental», cuyos efectos se manifiestan en Toronto todos los días.

Sobre este contexto, Tory trazó una línea entre la salud mental y algunos de los inquietantes actos de violencia que la ciudad ha visto recientemente.

“Hay personas que son tímidas a la hora de establecer una conexión entre algunos de los incidentes que estamos viendo y la salud mental. No soy tímido con eso”, dijo Tory. “Porque al final, si ves a alguien empujar a alguien a las vías del metro que no conocen o a una persona al azar, ves a alguien, una persona mayor, ser empujada a la calle y perder la vida por un completo extraño, esos son incidentes que son evidencia de algunos problemas que la gente tiene con la salud mental”.

El alcalde además señaló que se necesita hacer más para abordar la crisis de salud mental y pidió que el primer ministro y el resto de gabinete se unan para encontrar mejores soluciones.

“La falta de apoyos para la salud mental sin duda contribuye a una serie de problemas que estamos viendo en ciudades de todo el país”, dijo Tory en un comunicado. “Algo de esto puede haber sido provocado por la experiencia de la pandemia, y ya es hora de que analicemos urgente y en profundidad esta posible causa y efecto”.

- Patrocinado -

Señaló que la demanda de servicios psicológicos en Ontario creció un 50 por ciento el año pasado y que, según la Asociación Psicológica de Ontario, aproximadamente 900.000 jóvenes en la provincia viven con enfermedades mentales.

 Muchas personas sin atención

Según informó France 24 las organizaciones benéficas  están tratando de trabajar para dar alcance a esta problemática.

“Es una crisis porque afecta a todos los aspectos de la población. En la población de adultos jóvenes y jóvenes, las cifras se han vuelto mucho más alarmantes”, lamenta Nzinga Walker, directora ejecutiva de Stella’s Place.

Ubicado a pocas cuadras del barrio chino de Toronto, Stella’s Place ofrece apoyo gratuito de salud mental a personas de 16 a 29 años con problemas psicológicos.

«Los servicios no están disponibles. Casi en cualquier lugar donde busque ayuda, hay una lista de espera y cuando alguien tiene una necesidad de salud mental o una crisis de salud mental, lo último que quiere que suceda es estar en una lista de espera», Walker agrega.

Stella’s Place abrió sus puertas en 2013 y recientemente se mudó a una nueva y reluciente instalación, donde los jóvenes pueden acceder a asesoramiento, programas grupales y servicios psiquiátricos.

Kat Romero, con su cabello largo con mechas azules, dice que la instalación cambió su vida.

«Me sentí perdida y me enseñó diferentes tipos de mecanismos de afrontamiento para ayudarme a lidiar con una crisis y también a mantener mi bienestar mental diario», dijo, con un perro de apoyo a sus pies.

- Patrocinado -

Hoy, Romero ayuda al centro a establecer programas. La organización también está capacitando a los jóvenes sobre cómo llegar a ciertas comunidades en las que se estigmatiza la enfermedad mental.

«Si eres de familias inmigrantes, venir a Canadá es realmente difícil. Te dicen que no busques ayuda y que debes ser fuerte y que todo lo que te está pasando es normal», confiesa Chantelle Cruzat-Whervin, una cliente negro en Stella’s Place.

«Para las personas de color, siento que no tenemos acceso a muchos recursos», agregó.

Publicidadspot_img
Publicidad