En un acto que ha generado aplausos y ternura en las redes sociales, la cantante brasileña Taty Girl demostró que la empatía no solo se canta, también se practica.
Durante uno de sus conciertos, Taty sorprendió a todos al cancelar un espectáculo de fuegos artificiales para proteger a un perro aparentemente sin hogar, al que bautizó ‘Caramelo‘.
Según los asistentes, Taty se encontraba en medio de su concierto, mientras que abajo, entre el piso y el escenario, se encontraba Caramelo.
Al notar la presencia del perro, Taty comprendió que el ruido de los fuegos artificiales podría asustarlo.
Por lo que decidió darle prioridad al bienestar del perro, aun cuando el espectáculo ya había sido planeado.
Este gesto fue ampliamente celebrado por el público presente y, posteriormente, por miles de personas en las redes sociales, donde se compartieron videos y fotografías del momento.
“¡Qué corazón tan grande tiene esta mujer! Ojalá más artistas fueran tan conscientes como ella”, comentó un usuario en Facebook.
El apoyo en redes
Además, otros usuarios destacaron cómo este tipo de acciones ayudan a concienciar sobre el impacto de los fuegos artificiales en los animales.
Muchos recordaron las palabras de Taty Girl: “Los artistas no solo debemos pensar en lo que emociona al público, sino en el impacto que tienen nuestras decisiones en todos los seres que nos rodean, humanos y animales”.
El conmovedor gesto de Taty Girl no quedó ahí. En sus historias de Instagram compartió que quería adoptar a Caramelo. Compartió con sus seguidores un video en el que lo alimentaba.
Pese a sus intenciones, la cantante no pudo adoptar a Caramelo y lo compartió con tristeza, pues el perro ya tenía dueño, lo que la sorprendió pues el can estaba solo y callejero, y además tenía hambre.
Taty mencionó que espera utilizar su plataforma para promover el respeto y cuidado de los animales, especialmente de aquellos que no tienen hogar.
En un mundo donde los espectáculos suelen priorizar “la espectacularidad por encima de la sensibilidad”, Taty Girl no solo conquistó al público con su música, sino también con un ejemplo que vale su peso en oro: el cuidado de quienes no tienen voz.
Medidas preventivas
Ayudar a su mascota a socializarse bien puede desempeñar un papel importante para evitar que el miedo a los fuegos artificiales se arraigue en ella.
La raza, la edad y el sexo de una mascota también pueden tener un impacto significativo en su sensibilidad a los fuegos artificiales, al igual que las circunstancias en las que fue criada y si ha sido o no castrada.
Para que los animales se socialicen bien, deben vivir tantas experiencias positivas como sea posible durante la fase más sensible de su desarrollo.
Los animales bien socializados pueden afrontar mucho mejor las situaciones desconocidas en etapas posteriores de su vida que los animales que han tenido pocas o ninguna experiencia positiva durante su fase sensible.
Sin embargo, es importante presentarles nuevos estímulos con cuidado y en dosis adecuadas durante esta fase para evitar sobrecargarlos.
De dónde viene el miedo a los fuegos artificiales
Si consideramos cómo los animales perciben los ruidos y las luces, es fácil entender por qué muchos de ellos tienen miedo a los fuegos artificiales.
Los perros y los gatos perciben los sonidos mucho más fuertes que los humanos porque pueden oír mejor.
Los animales tienen dificultades para entender los ruidos de los fuegos artificiales, ya que no solo son extremadamente fuertes sino también impredecibles.
Asocian esos ruidos con el peligro y todos sus instintos (de supervivencia) les dicen que corran a un lugar seguro.
Para los animales, los destellos de luz producidos por los fuegos artificiales parecen tan amenazantes como los ruidos.
Para tener una idea más amplia
El efecto general es comparable al de los truenos y relámpagos durante las tormentas, excepto que duran mucho más tiempo (hasta 48 horas antes y después de las festividades), lo que a menudo desencadena una respuesta de miedo en los animales (astrafobia).
Los fuegos artificiales se producen más cerca del suelo que las tormentas eléctricas, por lo que el impacto puede ser aún más abrumador.
Además, las luces y los ruidos van acompañados de humo y olores acres.
A veces, una sola experiencia negativa con fuegos artificiales puede ser suficiente para provocar en una mascota un miedo que antes no tenía.
Los periodos en los que se encienden repetidamente los fuegos artificiales (normalmente durante festividades como la Nochevieja) pueden reforzar la reacción adversa del animal al ruido con el tiempo (lo que se denomina sensibilización).