El presidente Donald Trump informó que Estados Unidos impondrá aranceles del 25% a los países que compren petróleo y gas de Venezuela, mientras busca aumentar la presión sobre el presidente Nicolás Maduro y China.
Los países que compren petróleo y gas de Venezuela enfrentarán aranceles en cualquier comercio que mantengan con Estados Unidos, declaró Trump en una publicación en su plataforma de redes sociales Truth Social. Los aranceles entrarán en vigor el 2 de abril, añadió el presidente.
“Si compran su petróleo de Venezuela, tienen que pagar un arancel del 25% para hacer negocios con Estados Unidos, eso además de los aranceles existentes”, dijo Trump durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
Venezuela exportó alrededor de 660.000 barriles diarios en 2024, según datos de Kpler.
China fue el principal destino de las exportaciones de crudo del país sudamericano, con 270.000 bpd adquiridos el año pasado.
“Este anuncio de la administración Trump parece ser una acción más dirigida a China”, dijo Matt Smith, analista petrolero de Kpler, a CNBC.
Los precios del petróleo
Los futuros del crudo subieron 61 centavos, o 0,85%, a 72,77 dólares por barril a la 1:15 p. m. (hora del este). West Texas Intermediate de EE. UU.
El crudo subió 59 centavos, o 0,86%, a 68,87 dólares.
“Esperamos que los precios del petróleo suban a la luz de esta noticia y podrían subir aún más si Trump cumple con esta proclamación”, dijo el analista Leo Mariani de Roth a los clientes en una nota.
Estados Unidos fue el segundo mayor destino del crudo venezolano el año pasado, importando alrededor de 233.000 bpd, según Kpler. India compró alrededor de 61.000 bpd y España casi 60.000 bpd en 2024.
Trump ha buscado aumentar la presión sobre el régimen de Maduro desde que asumió el cargo.
El presidente acusó a Venezuela de enviar a miembros de la banda del Tren de Aragua a Estados Unidos al anunciar los aranceles el lunes. El gobierno de Trump ha designado a la banda como organización terrorista extranjera.
Se extiende la licencia de Chevron
El Departamento del Tesoro también extendió recientemente la licencia de Chevron para producir petróleo en Venezuela hasta el 27 de mayo.
Trump dijo a fines de febrero que revertiría una decisión de la administración Biden que permitía a Chevron
Para reiniciar la producción petrolera en el país. El Tesoro había dado previamente a la petrolera hasta el 3 de abril para reducir sus operaciones en Venezuela.
El director ejecutivo de Chevron, Mike Wirth, presionó a funcionarios de la administración Trump para que extendieran la licencia durante reuniones la semana pasada, según informaron a The Wall Street Journal personas familiarizadas con las conversaciones.
Chevron opera en Venezuela a través de una alianza con su petrolera estatal, Petróleos de Venezuela.
La importante petrolera tiene participaciones en cinco proyectos terrestres y marítimos en el occidente y oriente de Venezuela.
Para qué se toma esta medida
Los aranceles tienen como objetivo dificultar que China se afiance en la industria petrolera de Venezuela, al mismo tiempo que fortalece a Chevron y garantiza los flujos de petróleo hacia Estados Unidos, dijeron al Journal la semana pasada personas familiarizadas con el asunto.
Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 el 15 de marzo en respuesta a lo que el presidente afirma es una invasión del Tren de Aragua.
El presidente afirmó que sus miembros están librando una “guerra irregular” contra Estados Unidos bajo la dirección de Maduro.
El juez del Tribunal Federal de Distrito, James Boasberg, bloqueó el plan de Trump de deportar a presuntos miembros del Tren de Aragua amparándose en la Ley de Enemigos Extranjeros.
Trump solicitó el impeachment de Boasberg, lo que generó temores entre algunos expertos legales de que Estados Unidos se enfrenta a una crisis constitucional. El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, rechazó las peticiones de Trump de destituir a Boasberg.
Campaña de presión sobre Venezuela
Los últimos anuncios de Trump marcan una continuación de su campaña de presión contra Venezuela, un objetivo suyo desde hace mucho tiempo.
Durante su primer mandato, de 2017 a 2021, Trump implementó una campaña de “máxima presión” contra el país sudamericano, imponiendo fuertes sanciones a su gobierno.
El gobierno de Maduro ha sido acusado de abusos contra los derechos humanos, incluyendo tortura y detención arbitraria de disidentes.
Trump, durante su primer mandato, incluso ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por información que condujera al arresto de Maduro.
Maduro, por su parte, ha acusado a Estados Unidos de inmiscuirse en los asuntos de su país y de intentar derrocar a su gobierno.
También ha culpado a las sanciones estadounidenses de exacerbar una crisis económica derivada, en parte, de una fuerte caída de los precios del petróleo a mediados de la década de 2010.
Venezuela cuenta con algunas de las mayores reservas de petróleo crudo del mundo y también con los mayores yacimientos de gas natural de Sudamérica. Su economía depende en gran medida de la exportación de energía.
Trump 2.0
Al iniciar Trump su segundo mandato en enero, no estaba claro si retomaría su campaña de “máxima presión”.
Los críticos especularon que la promesa de Trump de liderar una campaña de “deportaciones masivas” requeriría cierto nivel de cooperación con el gobierno de Maduro.
El 1 de febrero, el enviado especial de Trump, Richard Grenell, se reunió con Maduro para pedirle al líder venezolano que acepte a los inmigrantes indocumentados deportados de Estados Unidos.
Venezuela se había negado en gran medida a hacerlo en el pasado. No tiene relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
Aun así, Grenell salió con un acuerdo tentativo para que Venezuela acepte las deportaciones, junto con la liberación de seis estadounidenses que habían sido detenidos en el país.
El sábado pasado, Maduro pronunció un discurso televisado en el que confirmó que su país reanudaría la aceptación de deportaciones desde Estados Unidos. Uno de esos vuelos llegó al Aeropuerto Internacional Simón Bolívar la madrugada del lunes.
Sin embargo, Trump ha buscado restringir aún más la producción económica de Venezuela, citando preocupaciones sobre derechos humanos.
En febrero, por ejemplo, Trump anunció que revocaría una licencia petrolera otorgada al gigante energético Chevron, que le otorgaba un permiso especial para colaborar con las petroleras estatales venezolanas. Chevron tiene hasta el 27 de mayo para cerrar sus operaciones en Venezuela.
- Imagen de portada tomada/Europa Press