La mujer santandereana, ubicadas en la zona Andina de Colombia, son muy populares en este país por tener en su gran mayoría un carácter más fuerte que las demás del país.
De acuerdo con datos revelados por la prensa local, el 73,8% de las personas consultadas en una encuesta consideran que las mujeres santandereanas son definitivamente más bravas que sus congéneres nacionales.
“Sin duda las santandereanas son más aguerridas que el promedio del resto del país. Tienen mucha iniciativa y compromiso”, considera Carlos Schimdt, vicepresidente de Recursos Humanos de la multinacional Cemex en Colombia.
Un experto
Para el historiador Armando Martínez, esto no es más que un prejuicio, pues para él “las mujeres son bravas en cualquier parte del mundo”.
Sin embargo, explica que el carácter fuerte de las santandereanas se origina en que son mujeres históricamente trabajadoras e independientes.
en su descendencia indígena, los guanes fueron exterminados, quedando solo las mujeres para trabajar la madre tierra, por lo que las actuales generaciones heredaron ese espíritu nada sumiso de caracteriza a las santandereanas.
“La mujer es independiente, por lo tanto, no se deja avasallar, porque tiene con qué defenderse, su trabajo y eso le da criterio, la hace libre y fuerte ante el mundo”.
La ira en las mujeres
Según los investigadores, esfuerzos para desmantelar los estereotipos de género sobre la ira.
La Dra. June Tangney, por ejemplo, ha cuestionado las suposiciones comunes sobre las mujeres y la ira, como la idea de que las mujeres tienen problemas con la ira.
Las mujeres no tienen un problema con la ira; simplemente la gestionan de manera diferente, afirma Tangney, profesora de psicología en la Universidad George Mason.
Las mujeres tienden a no ser tan agresivas como los hombres al expresar su enojo y suelen hablar más de él, afirma.
“Son más proactivas y utilizan estrategias más resolutivas al hablar de un problema con la persona con la que están enojadas”, afirma Tangney.
¿Y qué es lo que enfurece a las mujeres comunes y corrientes a diario? En 1993, Thomas realizó el Estudio de la Ira en las Mujeres, una investigación a gran escala que involucró a 535 mujeres de entre 25 y 66 años.
Lo que dice un reciente estudio
Una medición reveló tres causas comunes de la ira femenina: la impotencia, la injusticia y la irresponsabilidad de los demás.
Aunque la investigación aún no ha sugerido que diferentes factores desencadenen la ira en los hombres, los investigadores siguen descubriendo diferencias en cómo la experimentan hombres y mujeres.
Tal fue el caso de Raymond DiGiuseppe, PhD, director del departamento de psicología de la Universidad de St. John en Nueva York, en su investigación para desarrollar una nueva escala para el trastorno de la ira.
En una encuesta a 1300 personas de entre 18 y 90 años, DiGiuseppe investigó 18 subescalas de la ira, incluyendo cómo las personas experimentan su ira, cuánto dura la ira y por qué se enojan.
Si bien encontró que las diferencias en las puntuaciones totales de ira de hombres y mujeres no eran significativas, sí encontró diferencias en la forma en que experimentan la ira.
Sobre los masculinos
Específicamente, los hombres obtuvieron puntuaciones más altas en agresión física, agresión pasiva y experiencias de lidiar impulsivamente con su ira.
También tenían con mayor frecuencia un motivo de venganza para su ira y obtuvieron puntuaciones más altas en coaccionar a otras personas.
Por otro lado, se observó que las mujeres permanecían enojadas durante más tiempo, mostraban mayor resentimiento y eran menos propensas a expresar su enojo que los hombres.
DiGuiseppe descubrió que las mujeres recurrían a la agresión indirecta descartando a un mayor número de personas, con la intención de no volver a hablarles nunca más debido a su enojo.
DiGiuseppe descubrió que la ira disminuye lentamente con la edad, y las diferencias en los dominios de la ira entre los sexos disminuyen en las personas mayores de 50 años, aunque los hombres siguen siendo más propensos a ser agresivos y las mujeres a tener episodios de ira más prolongados.
La investigación de DiGiuseppe será publicada este año por Multi-Health Systems, una editorial canadiense de pruebas psicológicas.
Es necesario estudiar la ira de las mujeres a futuro
Thomas ha ampliado el alcance de su investigación y ha replicado algunos de sus estudios sobre la ira de las mujeres estadounidenses con mujeres de diferentes países, como Francia y Turquía.
También ha realizado un estudio para comprender el significado de la ira masculina. Su investigación está pendiente de publicación en la revista APA Psychology of Men and Masculinity.
Las investigadoras de la ira, Deborah Cox, PhD, Patricia Van Velsor, PhD, y Joseph Hulgus, PhD, trabajan para validar un modelo de desviación de la ira. Cox desarrolló el modelo inicialmente con Sally Stabb, PhD, y Karin H. Bruckner, autoras de “The Anger Advantage” (Broadway, 2003).
El modelo sostiene que cuando las personas ignoran la conciencia de su ira, el proceso de desviación puede causar síntomas de ira.
En apoyo de esto, el equipo ha descubierto que las mujeres que intentan enmascarar su ira o la externalizan y proyectan de forma irresponsable presentan un mayor riesgo de sufrir ansiedad, nerviosismo, tensión y ataques de pánico.
Lo que buscan más adelante
Cox, psicólogo y profesor adjunto de la Universidad Estatal del Suroeste de Missouri, espera que los investigadores también apliquen el modelo de desviación de la ira a hombres y niños.
“Es posible que los hombres se sientan más reforzados a la hora de usar ciertas formas de desviación que otras, e incluso más que las mujeres”, afirma Cox.
“Sin embargo, parece que el proceso subyacente podría ser el mismo en ambos sexos, y podría traducirse como: ‘Tu ira es injusta y debes deshacerte de ella cuanto antes'”.
Para abordar estas complejidades, los investigadores podrían necesitar probar nuevos enfoques, afirma Cox.
“Gran parte de lo que debemos hacer requiere hablar con mujeres y hombres y obtener sus historias sobre la ira, en lugar de someterlos a pruebas con un formato de papel y lápiz”.
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