Hasta hace poco, que una muñeca hablara con fluidez, aprendiera de su entorno y pudiera responder preguntas profundas era cosa de películas de ciencia ficción. Pero hoy, el escenario cambió. Mattel y OpenAI acaban de firmar una alianza que tiene como objetivo crear juguetes con inteligencia artificial, abriendo la puerta a una nueva era del entretenimiento infantil.
Lo que parecía futurista está a punto de volverse cotidiano. Esta colaboración se perfila como una de las más disruptivas de los últimos años, ya que involucra marcas que han marcado generaciones —como Barbie, Hot Wheels y Uno— y una de las tecnologías más revolucionarias del presente: ChatGPT.
ChatGPT en juguetes: cuando jugar se convierte en conversar
Imagina que un niño le pregunta a su muñeca Barbie cuál es su color favorito, y que ella no solo responde con una voz amable, sino que pregunta de vuelta, recuerda conversaciones anteriores y puede incluso contarle una historia personalizada antes de dormir. Esa es la visión que Mattel y OpenAI están persiguiendo.
A través de la integración de ChatGPT en juguetes, el objetivo no es solo crear un asistente parlante, sino construir una experiencia interactiva, adaptativa y emocionalmente conectada. Aunque no se ha confirmado si los primeros productos serán físicos, digitales o híbridos, lo cierto es que los juguetes con inteligencia artificial ya no son una posibilidad remota: están en camino, con una fecha tentativa de lanzamiento para finales de 2025.
Las nuevas tecnologías en Mattel también cambiarán el proceso creativo
La alianza no se limita a lo que reciben los consumidores. También transformará lo que ocurre tras bambalinas. Mattel implementará ChatGPT Enterprise en su flujo de trabajo interno, permitiendo que diseñadores, creativos y equipos de producto puedan co-crear con inteligencia artificial. Desde el desarrollo de nuevas líneas de juguetes hasta la redacción de guiones para comerciales o empaques, la IA será parte integral del proceso.
Este uso interno de la tecnología permitirá que las nuevas tecnologías en Mattel aceleren la innovación y mejoren su eficiencia operativa en un mercado donde la competencia por la atención del público infantil es feroz.
Un experimento global con riesgos no menores
No todo es entusiasmo. La entrada de OpenAI en la industria infantil ha generado reacciones mixtas. Algunos aplauden el salto tecnológico; otros levantan la voz con preocupaciones legítimas. ¿Cómo evitar que un juguete alimentado por IA dé respuestas incorrectas, sesgadas o incluso peligrosas? ¿Qué pasa si el niño forma vínculos emocionales con una entidad que no entiende sus emociones?
Organizaciones como Public Citizen han señalado que un error en el diseño de estas experiencias podría afectar el desarrollo emocional de los menores. Y medios como TechRadar no han dudado en recordar películas como Small Soldiers, donde juguetes inteligentes provocan situaciones incontrolables.
Mattel y OpenAI han aclarado que se tomarán medidas extremas para garantizar que los productos sean apropiados para cada grupo de edad, con supervisión adulta y límites bien definidos. Aun así, el debate ya está abierto.
¿Juguetes inteligentes o infancia programada?
El anuncio de esta alianza también llega en un momento crítico para Mattel. Tras años de mantenerse como líder del mercado, la empresa enfrenta una industria cambiante y una audiencia con nuevos hábitos digitales. Esta alianza tecnológica no solo busca innovar, sino también recuperar protagonismo en la era de los algoritmos.
Es la primera vez que OpenAI trabaja directamente con una empresa de juguetes. La pregunta ahora no es si funcionará, sino cómo afectará a la infancia en los próximos años. ¿Será el inicio de una generación que aprenda, se entretenga y dialogue con sus juguetes? ¿O un experimento demasiado ambicioso?