Italia anunció su intención de emitir 500 000 visas de trabajo a no europeos entre 2026 y 2028. Esta política busca cubrir la creciente demanda laboral en sectores clave y mitigar el impacto del envejecimiento poblacional que atraviesa el país. La estrategia es parte de una nueva etapa impulsada por el gobierno de Giorgia Meloni para facilitar la migración legal hacia Europa.
Visas laborales en Italia como respuesta a la crisis demográfica
Italia perdió más de 281 000 habitantes en 2024 debido a la diferencia entre nacimientos y fallecimientos. Esta caída demográfica genera un vacío de trabajadores en sectores estratégicos como la agricultura, la construcción, el turismo y el cuidado de adultos mayores. Para compensarlo, el país ha decidido abrir cupos laborales formales dirigidos a trabajadores extranjeros en Italia.
Los sectores con más demanda de mano de obra
La mayor parte de estas visas laborales en Italia será para empleos estacionales y no estacionales. Se estima que 267 000 estarán destinadas a tareas agrícolas y turísticas, mientras el resto será para trabajos en infraestructura, transporte y atención domiciliaria.
Cómo se otorgarán las visas de trabajo a no europeos
El proceso estará regulado por el Decreto Flussi, el sistema de cuotas laborales italiano que define cada año cuántos trabajadores pueden ingresar legalmente desde fuera de la Unión Europea. Para aplicar, el solicitante debe contar con una oferta laboral formal y el empleador italiano debe gestionar el permiso llamado Nulla Osta.
Distribución de las visas y fechas clave
Entre 2026 y 2028 se distribuirán 497 550 visas de trabajo a no europeos. Solo en 2025, el gobierno habilitará el proceso de aplicación para trabajos estacionales entre el 1 y el 31 de julio. Esta estructura busca agilizar el acceso legal y evitar demoras que en años anteriores dejaron miles de cupos sin utilizar.
Giorgia Meloni impulsa la migración legal en Europa
La primera ministra ha mantenido una postura firme frente a la migración irregular, pero al mismo tiempo ha expandido las vías legales de ingreso. Esta combinación busca cubrir las necesidades económicas internas sin ceder en el control fronterizo.
Control migratorio y restricciones paralelas
Mientras se abren oportunidades para trabajadores extranjeros en Italia, el gobierno ha endurecido las políticas contra la migración sin papeles, limitando las operaciones de rescate en el Mediterráneo y acelerando procesos de deportación.
Desafíos del sistema actual y críticas de organizaciones
Diversos sindicatos han advertido que muchas visas de trabajo a no europeos no se traducen en empleos reales. Las demoras administrativas y la falta de supervisión favorecen abusos laborales e intermediarios ilegales que se aprovechan de la demanda.
La necesidad de una reforma migratoria efectiva
Organizaciones piden una reforma profunda del Decreto Flussi, mayor transparencia en el proceso de asignación y medidas de acompañamiento para garantizar una verdadera integración social y laboral. También se reclama mejor control sobre los contratos ofrecidos a extranjeros.
América Latina como región prioritaria
Los perfiles laborales de países como Colombia, México, Perú y Ecuador coinciden con las áreas donde más trabajadores necesita Italia. Además, muchos ciudadanos latinoamericanos tienen vínculos culturales o familiares con Italia, lo que facilitaría su adaptación.
Una opción concreta para migrar a Europa legalmente
El plan de otorgar visas de trabajo a no europeos representa una vía realista y concreta para miles de latinoamericanos. Con requisitos claros, un sistema formal de aplicación y apoyo institucional, la migración legal hacia Italia podría convertirse en una alternativa estable y viable en los próximos años.