Un número creciente de encuestas muestra que para muchas mujeres la idea de casarse con hombres gorditos resulta atractiva. Más allá de la apariencia física, este perfil se vincula con seguridad, confianza y estabilidad emocional en la vida de pareja.
Un cambio en la percepción del atractivo
La plataforma Dating.com reveló que el 75 % de las mujeres consultadas afirmó sentirse más cómoda con la idea de casarse con hombres gorditos que con parejas extremadamente musculosas. Para ellas, un cuerpo más natural refleja autenticidad, calidez y cercanía.
Un estudio de PlanetFitness indicó que el 78 % de las mujeres asocia a los hombres gorditos con confianza, ternura y una actitud más relajada frente a la vida cotidiana. Estos resultados cuestionan la creencia de que solo los cuerpos tonificados representan atractivo y pareja ideal.
Más allá de lo físico
Especialistas en comportamiento social destacan que la atracción depende de múltiples factores, como el sentido del humor, la empatía y la capacidad de compromiso. En este marco, casarse con hombres gorditos se interpreta como un signo de vida hogareña y menos presionada por estereotipos.
Estudios sociológicos también señalan que la percepción de apoyo y confianza pesa más que la disciplina estricta del gimnasio. Para muchas mujeres, la unión con hombres gorditos refleja ternura y estabilidad, aspectos que valoran más que la apariencia física.
Preferencias diversas
A pesar de estas tendencias, la atracción es subjetiva. Algunas mujeres se inclinan por cuerpos atléticos, mientras que otras no establecen una preferencia clara. Lo cierto es que los hombres gorditos han ganado espacio en la percepción social y son vistos cada vez más como opción de pareja estable.
En definitiva, casarse con hombres gorditos ya no se percibe como algo excepcional. La tendencia refleja un cambio cultural en el que la confianza, la cercanía y la estabilidad tienen más peso que la perfección física.
Fuentes: Dating.com, PlanetFitness, YouGov
