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Bukele capacita a presos en mecánica automotriz para su reinserción

El Plan Cero Ocio en El Salvador convierte a las cárceles en talleres de formación técnica, donde los reclusos aprenden mecánica automotriz como camino hacia la rehabilitación y la reintegración social.

Bukele capacita a presos en mecánica automotriz con el Plan Cero Ocio

En El Salvador, el presidente Nayib Bukele impulsa un cambio en el sistema penitenciario. A través del Plan Cero Ocio, Bukele capacita a presos en mecánica automotriz para que aprovechen su tiempo en prisión y se preparen para un futuro laboral. Las cárceles comienzan a transformarse en centros de formación, donde los internos reciben instrucción técnica bajo supervisión.

Los talleres de mecánica automotriz buscan algo más que reparar vehículos. Representan la oportunidad de que los reclusos reparen también sus proyectos de vida. Con disciplina y constancia, aprenden un oficio con alta demanda que puede marcar la diferencia una vez recuperen la libertad.

Cárceles convertidas en espacios de aprendizaje

La mecánica automotriz se ha convertido en una de las principales áreas de capacitación. Los internos trabajan con herramientas adecuadas y reciben enseñanza práctica de profesionales. La formación les permite desarrollar disciplina y responsabilidad, cualidades que también son fundamentales para la reinserción social.

Con esta iniciativa, el Gobierno busca que los privados de libertad salgan de prisión con algo más que una condena cumplida. El objetivo es que cuenten con un oficio digno, capaz de ofrecerles una alternativa real al reincidir en conductas delictivas.

Reinserción social a través de la mecánica automotriz

El enfoque del Plan Cero Ocio es directo: convertir el tiempo de cárcel en tiempo productivo. Al capacitar a presos en mecánica automotriz, se abre un camino hacia la reinserción laboral. Este tipo de formación ayuda a que los internos puedan sostenerse con un trabajo estable, lo que a su vez beneficia a la sociedad en general.

La posibilidad de aprender un oficio también cambia la percepción que los reclusos tienen de sí mismos. Muchos expresan que por primera vez sienten que su trabajo tiene un valor real. El aprendizaje técnico se convierte en una herramienta de transformación personal.

Seguridad y productividad en las prisiones

El Plan Cero Ocio forma parte de la política de seguridad integral del Gobierno salvadoreño. Esta combina el combate al crimen con programas de rehabilitación y productividad. Bukele sostiene que capacitar a presos en mecánica automotriz permite que las cárceles dejen de ser espacios de ocio y pasen a ser instituciones autosostenibles.

En el Centro Penal de Mariona, por ejemplo, los internos aplican lo aprendido en talleres mecánicos. Reparan y mantienen vehículos como parte de su proceso formativo, lo que refuerza sus conocimientos y reduce costos operativos para el Estado.

Una rehabilitación verdadera

El Gobierno presenta este modelo como una rehabilitación auténtica. En lugar de ocio, los presos encuentran formación, disciplina y trabajo. La mecánica automotriz simboliza la posibilidad de una segunda oportunidad, basada en el esfuerzo y la preparación.

Para Bukele, el éxito del Plan Cero Ocio no se mide solo en motores reparados, sino en la capacidad de cada recluso de reinsertarse con un oficio honesto. La meta es que las cárceles dejen de ser únicamente espacios de castigo y se conviertan en centros que devuelvan personas mejor preparadas a la sociedad.

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Más allá de los muros

El desafío será mantener el programa y expandirlo a otras áreas técnicas. La capacitación en mecánica automotriz es solo el inicio de un modelo que busca diversificarse. Expertos en reinserción señalan que estas iniciativas tienen mayor impacto cuando se acompañan de seguimiento laboral una vez que los internos recuperan la libertad.

El caso salvadoreño genera interés en la región. Mientras varios países se enfocan únicamente en endurecer penas, El Salvador combina firmeza con rehabilitación. El debate es si esta fórmula logrará reducir la reincidencia y ofrecer un sistema penitenciario más humano y productivo.

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