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Una joven canadiense de 17 años crea una máquina de diálisis portátil y de bajo costo

El dispositivo fue desarrollado por una estudiante de secundaria que buscó una alternativa más económica a las máquinas que cuestan miles de dólares y que muchos pacientes no pueden pagar

Una iniciativa que nació en una sala de hospital

La máquina de diálisis portátil fue el proyecto de Anya Pogharian, una joven canadiense de diecisiete años. Ella realizó su voluntariado en una unidad de diálisis y conoció de cerca la rutina de los pacientes. Muchos dependían de equipos costosos y no tenían opciones de tratamiento fuera del hospital.

Esa experiencia despertó su interés por entender cómo funciona una máquina tradicional y si podía crearse una versión más simple y económica sin perder lo esencial del proceso.

Un prototipo construido con piezas accesibles

Anya dedicó más de trescientas horas a estudiar manuales técnicos y diagramas de máquinas profesionales. Con esa información diseñó una máquina de diálisis portátil hecha con piezas comunes y fáciles de conseguir.

La segunda versión del prototipo tuvo un costo aproximado entre quinientos y seiscientos dólares canadienses. Es un valor muy bajo si se compara con los miles que cuesta el equipo que se usa en hospitales. Su intención no era reemplazar la tecnología actual, sino demostrar que una alternativa accesible puede existir y funcionar.

Pruebas con sangre humana en un laboratorio oficial

El prototipo llegó a Héma Québec para pruebas en condiciones reales de laboratorio. Usaron sangre humana almacenada para evaluar si la máquina de diálisis portátil podía filtrar de forma correcta.

Los resultados fueron positivos. El dispositivo logró reducir los niveles de potasio hasta un rango adecuado. Para un equipo creado por una estudiante de secundaria, y sin acceso a un laboratorio profesional, el logro llamó la atención.

Aun así, los especialistas señalaron que el aparato sigue en etapa experimental y no está listo para uso clínico. Falta validar su seguridad, resistencia, esterilización y estabilidad a largo plazo, además de los procesos regulatorios que exige cualquier dispositivo médico.

Reconocimientos y alcance internacional

El trabajo de Anya fue presentado en ferias científicas y recibió premios por su enfoque práctico y su propuesta de bajo costo. La historia se difundió en medios de varios países como ejemplo de innovación juvenil y de iniciativas que buscan reducir el costo de la tecnología médica.

Aunque la máquina de diálisis portátil no reemplaza a los equipos actuales, el proyecto dejó una idea clara. Con creatividad, investigación y acceso a información técnica, es posible desarrollar soluciones que faciliten el acceso a tratamientos esenciales en regiones con pocos recursos.

Un recordatorio del valor de la ciencia escolar

La historia de Anya muestra cómo un proyecto escolar puede convertirse en una propuesta con impacto real. Su trabajo demuestra que la investigación no necesita grandes presupuestos para generar ideas útiles. También invita a más estudiantes a explorar desafíos médicos con una mirada práctica y accesible.

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