Ya sea por educación o por cultura, está bien visto saludar de beso y abrazo, sin embargo, es un comportamiento que se le impone a los niños desde temprana edad, ¿está bien hecho hacerlo?
No hay manual perfecto que indique la manera cien por ciento correcta de criar a un hijo, sin embargo, expertos en el tema han tratado de ahondar que tan saludable es forzar a un pequeño a ser cariñoso con quienes lo rodean, a abrazar o besar a su tía, abuela, primos o demás seres queridos.
Por costumbre o sencillamente por normas de cortesía, los adultos solemos creer que las muestras de cariño deben estar ligadas a un abrazo o un beso y por ende la imponemos a los niños, el error, es que suele no comprenderse que, para un pequeño el afecto puede ser algo tan sencillo, pero tan profundo como una sonrisa espontánea, porque para ellos las muestras de afecto y lenguaje de comunicación son diferentes.
Entender y respetar los ritmos de cada persona es sumamente importante, porque nosotros los adultos somos la guía, el modelo a seguir de los más pequeños, quienes están en camino de aprender a pertenecer a este mundo.
leer también: Estos Son Los 10 Mejores Parques Temáticos De Estados Unidos
A los niños o niñas no se les debe imponer nada, porque son personas independientes y con criterio propio, criterios y ritmos diferentes al nuestro. Obligar a un niño a que de abrazos y besos sucede igual a cuándo se le da instrucciones, como, “Recoja los juguetes”, está insinuando que habrá una consecuencia negativa si no obedece. Entonces, cuando se le dice al hijo que debe “dar besos y abrazos”, se le está insinuando que habrá consecuencias negativas si no hace lo que se le ordena. Es como decir.
Expertos en el tema, como psicólogos, dicen que, cuando un niño se siente obligado a mostrar afecto, recibe el mensaje de que no tiene el control de su propio cuerpo. Y ese es un mensaje peligroso para que lo reciban los niños.
Como adultos imponemos comportamientos a nuestros hijos sin primero cerciorarnos si ellos se sienten cómodos con lo que se les está pidiendo hacer; creemos que podemos poner una regla doméstica que diga que tener contacto físico es una muestra de respeto o simpatía.
“No hay derecho a negarse”, ese es el mensaje que se le envía a un niño cuando se le siembra la idea que está bien ceder a los deseos de los demás. Se debe dejar algo en claro y es que, un niño no tiene que mostrar afecto físico para complacer a alguien. El hecho de que alguien intente culpar a un niño para que le dé un abrazo de despedida no significa que tenga que hacerlo.