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Generación Z: Adictos al celular, pero con pánico a las llamadas

Según un estudio siete de cada diez jóvenes estadounidenses han admitido que hablar por teléfono les produce ansiedad y hasta angustia. Al parecer hay varias razones entre ellas que no les gusta perder el tiempo.

Millennial, generación Z, baby boomers… Actualmente parece que somo categorizados con etiquetas que nos logran diferenciar de acuerdo con la época en que nacimos y crecimos. Así, cada generación tiene un rótulo definitorio y un conjunto de atributos estereotípicos que se le atribuyen.

 En sentido, cuando hablamos de la generación Z, la idea más aceptada es que abarca a los nacidos entre 1997 y 2012, y se considera que son muy proclive a entender la tecnología, dado que nacieron en un momento de rápido crecimiento digital.

Sin embargo, aunque suelen ser completamente dependientes del celular, extrañamente odian hablar por teléfono. ¿A qué se debe?

Prefieren comunicarse en su tiempo y espacio

De acuerdo con el estudio Why millennials hate talking on the pone: Generation mute, millenials phone call statistics siete de cada diez jóvenes estadounidenses ya han admitido que hablar por teléfono les produce ansiedad y hasta angustia. Aunque también puede ser que traten de ocultar la ansiedad y angustia que soportan en su día a día: difícil controlar la voz hasta el punto de ocultar totalmente nuestro estado de ánimo.

Incluso, la mayoría inventan excusas antes de responder una llamada, ya sea que no ha oído el teléfono, que no tiene cobertura o incluso, que están en una reunión, conduciendo o estudiando, todo por no tener la obligación de hablar.

En mayor medida, según especialistas, esto se debe a que la comunicación asíncrona, a través de plataformas en las que no es necesario que coincidan en el tiempo los interlocutores: el emisor y receptor del mensaje.

Ellos prefieren la mensajería instantánea por escrito o mediante notas de voz, que les permite borrar o repetir sus palabras las veces que consideren necesarias antes de enviarlas.

Asimismo, recibir una llamada les resulta una intromisión en su vida que les roba su tiempo. Cuando alguien llama, el que recibe la llamada no sabe a priori cuánto tiempo va a ocuparle.

Por esta razón, las nuevas generaciones prefieren comunicarse más rápido y obtener respuestas directas. Si enviamos un correo electrónico o un mensaje automático a través de una aplicación, vamos directamente al grano, y no es necesario que empecemos a preguntar qué tiempo hace hoy u otras nimiedades que ellos consideran innecesarias.

¿Hay un posible problema en sus habilidades comunicativas?

A pesar de estos motivos, hay otras investigaciones que revelan que esta generación tiene una gran inseguridad en sus habilidades comunicativas además que no les gusta sentirse incómodos, de tal forma que evitan coger el teléfono ante una llamada.

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Si no responden, no tienen que enfrentarse a esa comunicación, así no hay oportunidad de comprobar su falta de soltura al hablar. No cogen el teléfono y punto. Luego, escriben un mensaje de texto, y problema resuelto.

Pero no se dan cuenta de que, comportándose de esta forma, una vez y otra, crearán en ellos mismos un hábito que a la larga empobrecerá sus competencias comunicativas.

De este modo, antes de hacer una llamada a alguien de la generación Z, lo mejor es que lo pienses dos veces y contraposición te decidas por otro tipo de comunicación con los mensajes de whatsapp para lograr la respuesta que deseas.

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