Estados Unidos es un país muy grande y lleno de atracciones turísticas. Por eso, hay opciones para todos los gustos.
Además, el destino es multicultural, ya que allá viven muchos nativos y personas de diferentes partes del mundo.
También puedes encontrar muchos parques, museos, vida nocturna, amplia oferta de restaurantes y tiendas para salir de compras. Así que vale la pena visitar Estados Unidos.
Pero viajar implica ciertos detalles que debemos tener en cuenta si no queremos pasar un mal rato en el país del norte.
Para lo anterior, debes evitar circunstancias desagradables, por ello, te contaremos algunas de las cosas que no debes hacer en Estados Unidos.
Existen muchas conductas que te pueden parecer completamente normales, pero muchas de ellas tienen que ver con tu propio país o con la cultura latina, pero que están mal vistas en USA.
No respetar sus banderas y símbolos
El cuestionar el patriotismo de las fuerzas militares o no respetar la bandera o lo símbolos estadounidenses es considerada una gran ofensa.
Por este motivo, trata de respetar siempre los mismos y si te muestras en desacuerdo con algo, ten en cuenta la persona con la que lo hablas y que sepas que esta no se va a mostrar ofendida por ello.
De igual forma, si acudes a cualquier celebración en la que se interprete el himno nacional estadounidense, asegúrate de respetarlo como si de un ciudadano estadounidense se tratara, es decir, manteniendo un absoluto silencio. De otro modo podrías ofenderlos.
Piropos a otras personas
En Estados Unidos se considera irrespetuoso mirar de una forma fija a las mujeres y gritarle en las calles comentarios morbosos.
Es probable que, si le lanzas uno de estos comentarios, se sientan incomodadas e incluso acaben llamando a la Policía.
En el caso de que una mujer te interese lo que debes hacer es acercarte a conocerla y hablar con ella, pero sin que piensen que se encuentran ante un pervertido.
La importancia de la propina
Puede que en tu país de origen no sea una costumbre, pero en EE. UU. no dar propina se considera un acto descortés y una gran ofensa.
Hay que decir, que, aunque no es obligatorio, lo habitual es dejar entre 15 o 20 dólares de acuerdo también a la calidad del servicio.
Si no estás satisfecho con el servicio recibido y quieres hacérselo ver puedes hacerlo dejando una propina inferior a lo habitual.
La propina deberás dejarla en cualquier restaurante o servicio que contrates, ya sea una peluquería o guía turístico.
No hagas comparaciones entre el fútbol y el fútbol americano
Para los ciudadanos de USA el fútbol americano es uno de los deportes nacionales de los que se muestran más orgullosos, por lo que no les agrada compararlo con el fútbol (soccer, para ellos).
Esto también aplica con otros deportes como el baloncesto, el hockey o el beisbol.
Los norteamericanos sienten un gran respeto por su cultura a todos los niveles, incluyendo los deportes, en especial los mencionados.
No compares tu país con USA
Los estadounidenses creen que su país es el mejor. Y si luchas contra ese pensamiento insinuando que tu país y tus valores sean de primera categoría, es posible que te encuentres con insultos
Así que déjese llevar y no interfiera en sus charlas de “somos superiores”.
Saltarse las leyes
Es algo muy obvio que se puede aplicar a cualquier país al que vayas, pero lo cierto es que las autoridades estadounidenses son muy duras y tajantes con normas de circulación, civismo, delincuencia, etc.
Nunca se nos debe pasar por la cabeza infringir las normas porque podemos pasar una situación verdaderamente desagradable.
Un mínimo problema puede suponer la deportación.
Viajar sin seguro médico
Como sabemos, la sanidad en Estados Unidos es privada y hasta el problema más insignificante puede transformarse en una pesadilla si no contamos con un seguro médico apropiado.
De hecho, viajar a Estados Unidos sin seguro es una absoluta locura, por lo que antes de decidirnos lo más recomendable es informarse bien de la cobertura más idónea y viajar a Estados Unidos completamente asegurados.
Ha habido muchos casos de personas que viajan sin seguro y que por cualquier razón tienen que ser atendidas en un hospital, con la consiguiente factura de miles de dólares por la mínima atención.
