Desde Europa se prepara un plan para reconquistar Latinoamérica ante la creciente amenaza de que Rusia y China se hagan con el control del mercado.
El próximo 27 de octubre habrá un primer encuentro en Buenos Aires entre ministros de Relaciones Exteriores de la UE y la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños).
De acuerdo con la información que recoge Infobae “será una excelente ocasión para dar un nuevo impulso a nuestra asociación y acordar una serie de medidas concretas”.
A través de un documento interno de la Comisión Europea enviado a los departamentos de Exteriores de los países la Unión, la fuerza de China y Rusia entre los 33 países de la zona ha ido en aumento en los últimos años.
Tanto así, que Europa ha perdido presencia. Un incremento de la influencia en paralelo a la pérdida de presencia de la propia Unión.
Ante esto, la Unión Europea prepara una contraofensiva comercial y diplomática que pondrá en juego más de 3.400 millones de euros disponibles para invertir en el periodo 2021-2023.
Con ello se pretende combatir el movimiento de la mayoría de los países latinoamericanos hacia la llamada Nueva Ruta de la Seda, según detalla el documento confidencial del que ahora se empiezan a conocer detalles.
Lo que explica la UE en su objetivo
Se busca fortalecer la asociación de la UE con los 33 país de América Latina y Caribe en una serie de áreas en torno a prioridades comunes.
Las transiciones verde y digital bajo y una recuperación pospandémica socialmente inclusiva.
Así las cosas, el temor de la Unión Europea, que quiere aprovechar la presidencia española del último semestre de 2023 para organizar una gran cumbre con los países latinoamericanos.
La idea es que la fuerza de China y, en menor medida pero muy importante también, de Rusia no siga en aumento.
“La credibilidad de la UE y su poder y capacidad de apalancamiento en la escena internacional está en juego”, ha dicho Josep Borrell, vicepresidente de la Comisión Europea, en más de una ocasión.
El español, responsable de la política exterior de la UE, siempre ha defendido que Latinoamérica debía ser una prioridad para Europa.
La estrategia
Europa se plantea ahora cómo emplear el dinero del que dispone de forma “estratégica” y para conseguir un “impacto máximo” en la zona.
A la cantidad de 3.400 millones de euros se podrían añadir inversiones por valor de otros 8.000 millones -créditos e inversiones públicas y privadas-.
Esto permitiría fortalecer la presencia de Europa en Latinoamérica.
Esta inyección de dinero es una de las opciones que tiene la Unión para revitalizar su presencia y se anunciaría durante la presidencia española de la UE (entre julio y diciembre de 2023).
El documento de la Comisión no deja duda de que Latinoamérica es un área estratégica para el planeta.
Lo anterior, por sus reservas de hidrocarburos -reservas de gas y petróleo en Venezuela, Argentina y Brasil- y de litio.
Argentina, Chile y Bolivia disponen del 60% de todo este metal.
Según el eurodiputado socialista Javier López, dijo hay tres elementos clave que hacen necesario el fortalecimiento de las relaciones entre la Unión Europea y Latinoamérica.
“Primero, la guerra, porque la UE necesita buscar aliados; segundo, la necesidad europea de buscar proveedores de hidrocarburos y materias primas y tercero, la presidencia española de la UE, que da un horizonte de 18 meses para programar una agenda ambiciosa”.
La preocupación de Estados Unidos
Washington mantiene en el punto de mira la creciente influencia de China y Rusia en América Latina.
Por las preocupantes consecuencias que podría acarrear esta expansión en cuanto a la inestabilidad.
Así lo aseguró en entrevista con la Voz de América la general Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos.
Insistió en la necesidad de trabajar con los socios y aliados de la región para contrarrestar el impacto de estas dos naciones.
Richardson advirtió que el gobierno chino está incrementando su influencia en muchos países latinoamericanos con el pretexto de invertir en esta región.
Según ella, esas inversiones no son tales, ya que no fomentan la prosperidad económica.
Porque traen muchos trabajadores chinos y no fomentan la contratación local.