La Luna podría convertirse en el futuro en una base espacial donde cientos de personas convivan, esto luego de que científicos de la NASA descubrieran unos pozos y unas cuevas en el satélite.
Investigadores de la Universidad de California, explican que dichas cuevas podrían tener una temperatura de unos 17 °C.
Esto quiere decir que el clima en el interior de estas cavernas es muy agradable y permitiría que los astronautas puedan vivir y trabajar desde allí.
La NASA exploró por primera vez la Luna y se ha encontrado con múltiples dificultades para que los astronautas soporten las duras condiciones lunares.
El hallazgo de estas cuevas en la Luna encendió una luz al final del túnel, pues ellas se podrían prestar para la creación de estructuras en su interior; así como protegen a los astronautas de la radiación solar, el impacto de micrometeoritos.
El dato
La NASA, escribió en su cuenta de Twitter que, “Las imágenes de pozos del Orbitador de Reconocimiento Lunar indican que la Luna tiene cuevas. ¿Podrían convertirse en hábitats de astronautas?”
Agregaron que, “los científicos han descubierto que partes de los pozos siempre están a unos 17°C (63°F), a diferencia de las temperaturas extremas en la superficie de la Luna”.
De acuerdo con Tyler Horvath, estudiante de la Universidad de California y director de la investigación, comentó que al menos 16 pozos de los 200 encontrados, son tubos de lava colapsados.
Los primeros pozos en la Luna se descubrieron en 2009 y, desde entonces, los científicos se han preguntado si conducen a cuevas que podrían explorarse o usarse como refugio.
Vivir en la Luna: meta de la NASA para 2024
Parece una historia de ciencia ficción: los astronautas viajan a un planeta lejano, se quedan sin oxígeno y deben producirlo para sobrevivir y regresar a salvo a la Tierra.
En la realidad la NASA ya lo tiene previsto, es el reto del 2024, cuando envíe astronautas a la Luna.
La idea es crear una comunidad en la Luna, averiguar si pueden cultivar plantas e imprimir diversos objetos en 3D, desde casas hasta paneles solares.
Para lograr esta hazaña, digna de las películas de ciencia ficción, necesitan mucho oxígeno, explicó Julieta Fierro, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM.
Si lo logran, la siguiente meta será Marte y seguir el mismo protocolo: establecer una comunidad de astronautas, cultivar plantas en el suelo marciano y en un futuro lejano lograr que la humanidad habite en ese planeta.
El primer paso fue crear la caja dorada llamada Moxie, que fue transportada aproximadamente 54,6 millones de kilómetros desde la Tierra hasta Marte, esto equivale a 140 veces la distancia de la Tierra a la Luna.
Es muy pequeña, mide 24 por 24 por 31 centímetros. “Más o menos del tamaño de una panera”. Es muy ligera, en la Tierra pesa tan sólo 17 kilogramos y en Marte pesa 6.41 kilogramos.
¿Y el planeta Marte qué?
El dióxido de carbono constituye aproximadamente el 96 por ciento del gas en la atmósfera de Marte.
En cambio, el oxígeno es sólo del 0,13 por ciento en comparación con el 21 por ciento en la atmósfera terrestre.
El experimento consistió en tomar CO2 de la atmósfera marciana, que es 100 veces más tenue que el del planeta Tierra, para después calentarlo a 600 grados, posteriormente pasar una corriente eléctrica y así transformarlo en carbono y oxígeno.
De hecho, MOXIE produce oxígeno como lo hace un árbol, inhala dióxido de carbono y exhala oxígeno.
Este experimento logró fabricar oxígeno equivalente para que un astronauta pudiera respirar durante 10 minutos.
Pero no sólo se necesita para esto, dijo Julieta Fierro, sino también para que germinen las plantas y producir el combustible necesario para el regreso de los cosmonautas a la Tierra.
Para que un cohete pueda despegar se necesita combustible que surge de la combinación del hidrógeno y del oxígeno.
“De hecho, se necesitan 40 toneladas de oxígeno para que los astronautas puedan regresar de Marte a la Tierra”.