Temerosos se encuentran los habitantes del corregimiento de Gallego, en el municipio de Sabanalarga, Atlántico, al norte de Colombia luego de que 30 niños se desmayarán al parecer por estar jugando la tabla ouija.
De acuerdo con las informaciones recogidas por Q’Pasa, los menores involucrados empezaron a desmayarse de un momento a otro al igual que sentían dolor de cabeza y abdominal.
Tras los hechos, estas personas fueron trasladas a diferentes centros de salud, donde científicamente no encontraron una razón por la que padecían los malestares en mención.
La secretaria de Salud de Sabanalarga María Castellanos, dijo a este medio de comunicación vía WhatsApp, que “afortunadamente los exámenes no mostraron intoxicación de los menores”.
Agregó que, “el estado de los menores es estable y no hay ningún niño con complicaciones. Hay muchas versiones, pero la que tiene más fuerza corresponde a un pánico colectivo”.
Recalcó la funcionaria que algunos habían manifestado que los habían encontrado con un juego denominado la tabla ouija.
Pedro Padilla, presidente de la Junta Acción Comunal de la zona dijo que, “según comentan, los jóvenes empezaron a presentar alteraciones y lo más extraño es que algunos que no estudian, ni estaban en el colegio”.
Padilla, dijo también que sufrieron los mismos síntomas, “por lo que deducimos que pudo tratarse por estar practicando con la tabla güija”.
El pueblo entró en confusión
Es de mencionar que, en un inicio se habló de una posible intoxicación, pero esta fue descartada teniendo en cuenta que, según lo indicado, los estudiantes no habrían recibido refrigerios.
Esta sería la primera vez que en el pueblo sucede algo de tal magnitud, por lo que describen el hecho como un enigma que ha despertado el temor de sus pobladores.
Cuentan testigos que posterior a lo ocurrido, varias personas se reunieron en las calles para orar por todos.
“Ahora mismo, la mayoría del pueblo se encuentra alistándose para ir a una misa y ver si así se calman estos acontecimientos en el pueblo”, expresó Pedro recién lo ocurrido.
Los afectados, tienen edades entre los nueve y diez años de edad y ahora recibirán un tratamiento psicológico para establecer qué les ocurrió.
Los afectados no asistirán a clases hasta nueva orden de la Alcaldía y que sus padres sientan que sus hijos pueden ir sin temor alguno.
Otro hecho similar
En mayo de este año, en Cali (pacifico colombiano) cinco estudiantes se vieron afectados tras manipular una tabla ouija.
Pese a que el reporte preliminar indicaba una posible intoxicación masiva, las autoridades de Salud y Educación de la ciudad descartaron que hubiese intoxicación por consumo de alimentos o de psicoactivos.
Fueron estudiantes menores de edad las que resultaron afectadas por: síncopes o desmayos y una de ellas presentó una contusión por un golpe.
Frente a esta situación Diana Carolina Pardo Zapata, líder de Inspección y Vigilancia de la Alcaldía de Cali manifestó que las alumnas fueron atendidas y se les mantendría un seguimiento.
La tabla ouija.
Este objeto tiene como objetivo el contacto (con o sin entrar en un trance mental) de las personas que participan en la sesión con espíritus.
El tablero tiene un puntero movible (de forma triangular o de otra forma; también puede ser un vaso vacío) en medio del tablero de juego.
Todos los jugadores ponen sus dedos índices sobre el triángulo. A cada lado del tablero hay un sí y, del otro lado, un no; arriba un hola y abajo un adiós y en forma circular las letras del abecedario.
Para comenzar el juego, cada participante hace una pregunta y espera a que el puntero se mueva hasta una letra, luego hasta otra, hasta formar una palabra coherente.
La ouija tiene muchas similitudes con la zairagia, un antiguo sistema de adivinación árabe que se practica pintando letras del alfabeto dentro de unos círculos que representan las esferas celestes.
Las divisiones de cada círculo se extienden hasta su centro y llevan el nombre de rayos. En cada rayo vemos inscrita una letra, cada una de las cuales tiene un valor numérico.
Para una consulta se deben partir de las letras que forman la pregunta y de la situación astronómica en el momento en que se hace la pregunta, luego se transponen estos datos en factores numéricos que a su vez serán transformados en letras y así darán una respuesta.