El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, llegó este lunes a Ucrania, una zona de guerra, que regularmente está bajo ataque.
Los funcionarios de la Casa Blanca describieron la visita inesperada a la capital de Ucrania, Kyiv, como un hecho “sin precedentes en los tiempos modernos”.
Según la BBC Mundo, los viajes presidenciales anteriores a Irak y Afganistán durante la guerra tuvieron el respaldo de una fuerte presencia militar estadounidense.
Pues bien, tras la especulación generalizada en la prensa de que Biden podría estar planeando un viaje a Ucrania tomó a todos por sorpresa.
“Verlo aparecer junto al presidente Volodymyr Zelensky en el corazón de Kyiv y bajo el sonido de las sirenas antiaéreas habla mucho más que cualquier discurso”, dice un análisis de la BBC.
La directora de comunicaciones de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, dijo a los medios que “fue arriesgado y no debería quedar duda de que Biden es un líder que se toma el compromiso en serio”.
Lo que se sabía, es que Biden tenía programado volar desde Estados Unidos a Varsovia el lunes.
La decisión final de hacer el viaje a Kyiv se tomó recientemente este viernes, a pesar de que había sido planeado durante meses.
Fue secreto hasta el último minuto
Mantener en secreto los planes de Biden exigió medidas extraordinarias por parte de la Casa Blanca.
En las semanas previas al viaje de Biden, tanto él como sus principales colaboradores descartaron repetidamente la posibilidad de un viaje a Ucrania.
Se hizo todo lo posible por mantener esa postura en la hora previa a la llegada sorpresa de Biden a Kyiv.
Ello se debió en parte a la naturaleza fluida del propio viaje. Aunque el reducido círculo de funcionarios de la Casa Blanca que participó en la planificación confiaba en que se trataba de una idea factible.
La decisión final se tomó en una reunión en el Despacho Oval el viernes por la noche, cuando Biden dio luz verde definitiva.
Una vez iniciado el viaje, los funcionarios estadounidenses tomaron medidas para notificar a Moscú sus planes, destinado a evitar un desastre impensable mientras Biden estaba sobre el terreno.
En la fase de planificación de este viaje se le presentaron varias opciones a Biden, pero decidió que solo la capital, Kyiv, tenía sentido como lugar de reunión.
La seguridad de Biden
Un pequeño grupo de altos funcionarios de la Casa Blanca y de las agencias de seguridad nacional de EE. UU. se dispusieron a trabajar en secreto durante meses para que esto sucediera.
El viaje “requirió un esfuerzo de seguridad, operativo y logístico por parte de profesionales de todo el gobierno de EE. UU.”, explican fuentes oficiales.
Una vez que Biden fue escondido a bordo del avión de la Fuerza Aérea, se usó el distintivo de llamada “SAM060”, para Special Air Mission, para el avión en lugar del habitual “Air Force One”.
Asimismo, en Kiev, muchas calles principales y bloques centrales fueron acordonados sin explicación.
La gente comenzó a compartir videos de largas caravanas de autos que circulaban a toda velocidad por calles donde el acceso estaba restringido.
Biden viajó con un séquito mucho más pequeño de lo habitual, dice un informe periodístico de la BBC.
A ellos se unieron el Servicio Secreto, el ayudante militar que llevaba el llamado “fútbol nuclear”, un pequeño equipo médico y el fotógrafo oficial de la Casa Blanca.
Incluso con los sistemas de misiles tierra-aire activos, era raro tener a un líder estadounidense viajando en zona de conflicto donde EE. UU. y sus aliados no tienen control.
Mientras Biden estaba en Kiev, los aviones de vigilancia estadounidenses, incluido el radar aerotransportado E-3 Sentry y un avión electrónico RC-135W Rivet Joint, vigilaban Kiev desde el espacio aéreo polaco.
Los efectos en EE. UU.
Si bien el viaje del presidente es una señal para Moscú del compromiso de su administración de ayudar a Ucrania, también es una demostración para los votantes estadounidenses a nivel local.
A su secretaria de prensa, Karine Jean-Pierre, se le preguntó la semana pasada sobre las encuestas que muestran que el apoyo estadounidense a Ucrania se está debilitando.
Ella respondió que cada vez que el presidente habla, se dirige al pueblo estadounidense y a la gente de todo el mundo.
El mensaje del lunes está diseñado para contrarrestar vívidamente la minoría de voces republicanas que cuestionan por cuánto tiempo el país puede seguir apoyando a Ucrania.
- Imagen de portada tomada/ CNN Español