El atractivo de ganar grandes sumas de dinero publicando fotos en línea ha convertido el trabajo de ser un influencers de tiempo completo en las redes sociales.
Los influencers en Instagram que tienen más de un millón de seguidores pueden ganar más de $250,000 por publicación de las marcas.
La presión por ser popular en redes sociales ha despertado una brutal competitividad por atraer seguidores e interacciones.
Así, ha visto la luz un mercado negro para la compra y venta de popularidad ficticia, a través del cual cualquier persona puede incrementar sus números por medios no convencionales.
Mucha gente utiliza para incrementar sus seguidores aplicaciones que prometen justamente eso: brindar fama automática e instantánea.
Pero darle acceso a una de esas aplicaciones para ganar seguidores es firmar un pacto con el diablo.
El fenómeno es tal que Instagram recientemente anunció que procederá a llevar adelante una campaña específicamente dedicada a eliminar seguidores, likes y comentarios falsos.
La medida anunciada consistirá en eliminar todas aquellas aplicaciones explícitamente dedicadas a aumentar el número de seguidores.
El truco de los influencers
Los últimos años han visto aparecer una nueva profesión, la del influencer.
Generalmente se trata de jóvenes carismáticos que han logrado obtener una importante audiencia en redes sociales, y obtienen en algunos casos importantes ingresos vendiendo publicidad.
Es una de las formas de publicidad más preferida por compañías de primera línea, ya que es muy efectiva.
La gente está más predispuesta a comprar algo si le fue sugerido por un líder de opinión o persona a la que admiran, y mucho menos si simplemente ven el producto en una publicidad.
De hecho, la modalidad publicitaria tiene su propio nombre: “marketing de influencers”.
El problema es que se ha descubierto que esos influencers muchas veces han inflado sus números comprando seguidores.
Esto puede ser considerado fraude cuando esos influencers le están vendiendo a compañías una audiencia que en realidad no tienen.
Es tan grave que Unilever, el segundo mayor anunciante a nivel global, publicó un comunicado diciendo que no contratará a influencers que compren seguidores, y que no comprará seguidores para sus propias cuentas en redes sociales.
Lo que no se sabe es cómo puede Unilever saber si los influencers han comprado seguidores, considerando que las propias redes sociales tienen problemas para su detección.
Comprar seguidores
Comprar seguidores en Instagram es una práctica más común de lo que creemos.
A muchos usuarios de esta popular red social les interesa aumentar su lista de followers para conseguir más visibilidad, llegar a acuerdos con grandes marcas y sacar un beneficio económico de sus publicaciones a través de la publicidad.
Hoy en día no es raro que celebrities, influencers e instagramers tengan seguidores falsos en sus perfiles.
El mercado de las redes sociales está sobreexplotado y cuesta mucho hacerse un hueco, por lo que muchos influencers, buscan alternativas de obtener seguidores para tener más repercusión entre las marcas.
Si alguna vez has pensado en comprar seguidores en Instagram y has decidido dar el paso, estas son las cinco mejores herramientas para hacerlo.
Los daños que nos está causando Instagram
Según un estudio de Royal Society of Public Health, las personas que pasan más de dos horas al día en una red social son más propensos a sentir angustia, ansiedad y depresión.
«Instagram logra fácilmente que las niñas y mujeres se sientan como si sus cuerpos no fueran lo suficientemente buenos», indica parte de este documento.
Para este estudio, Instagram es la red social que genera más problemas de ansiedad social y falta de sueño, mientras que en Facebook es donde existen más acosadores sexuales.
Pero estos no son los únicos temas a debatir en las redes ni en Instagram, también se debe hablar de la forma en que estas han afectado la vida diaria de las personas.
Un joven entre los 15 y 20 años puede tomar aproximadamente unas 25 fotografías de sí mismo y únicamente elegir una, o ninguna. Esto quiere decir que sólo 1 de cada 25 veces se aprecia, se aprueba.
Con esto en mente, si aumentamos a los males la depresión que sufren los niños y jóvenes por compararse con otros, riesgos inmediatos suenan todas las alarmas.
Un ejemplo de esto es lo que se expone en el documental de Netflix El Dilema De Las Redes Sociales, donde expertos coinciden que no estamos listos para recibir aprobación o desaprobación cada 5 minutos.
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