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Estas son las nuevas islas que podrían enfrentar a EEUU y China 

Mire las inhóspitas islas que podrían generar una verdadera guerra mundial y la importancia de estos territorios.

Con las tensiones al máximo en la región, los habitantes de unas pequeñas islas en el norte de Filipinas se sienten atrapados entre dos superpotencias. 

Cerca de 3.000 nativos, pescadores y agricultores de la isla Itbayat de la etnia Ivatan han sobrevivido aquí terremotos, tifones y sequías. Pero ahora se enfrentan a una amenaza nueva y diferente. 

Sobre la isla que es su hogar pende el riesgo de un conflicto entre Estados Unidos y China, cuyos ejércitos dan pasos cada vez mayores para tomar ventaja en el Mar de China Meridional, en el Indo- Pacífico. 

En el centro del problema está Taiwán: las reclamaciones de China sobre esta isla independiente son cada vez más fuertes, incluso cuando el compromiso de EE.UU. de defenderla parece aumentar. 

Y las islas Itbayat y Basco, que conforman el archipiélago de Batanes en el norte del país, están justo en la línea de fuego cruzado. 

Aunque en el mapa se ven como meros puntos rodeados de océano, su proximidad a Taiwán -está a solo 156 km de Itbayat- las ha convertido tanto en aliadas estratégicos como en vulnerables enemigos. 

Los analistas advierten con frecuencia del aumento de las tensiones entre las dos superpotencias. 

Lo que debemos saber sobre estas islas  

Itbayat puede estar aislada durante semanas. Desde luego, parece impenetrable.  

Sus pequeños puertos están excavados en los acantilados y para llegar a un bote es necesario trepar por empinados escalones tallados en la pared de roca. 

Las aguas que bañan las islas, de un vívido turquesa, son tan transparentes que se pueden ver pequeños peces jugando entre los corales.  

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Itbayat permanece intacta, a excepción del asentamiento de la comunidad indígena que la ha convertido en su hogar. 

Pocos aquí tienen televisores. Una red de mensajes transmitidos de casa en casa, o a través de la congregación de la iglesia, suele ser más fiable que la irregular señal telefónica. 

En todo caso, los locales no necesitan noticias de televisión o redes sociales para conocer la turbulenta relación entre EE.UU. y China que amenaza sus costas. 

Muy cerca de las islas se ve armas y ropa de camuflaje, que pertenece a los miembros de la 25.ª División de Infantería del Ejército de EE. UU. entrenan en la isla de Basco. 

Mientras aviones V-22 Osprey sobrevolaban la isla para el asombro de los lugareños, que grababan con sus teléfonos móviles.  

Sus armas   

Los dos bandos, ciertamente, se están armando; como toda Asia. 

China sigue siendo el país que más gasta en equipamiento militar de la región con el mayor presupuesto de defensa de su historia, de unos US$224.000 millones. 

EE.UU., por su parte, ha desplegado sus capacidades, incrementando los ejercicios militares en toda la región con aliados como Japón, Corea del Sur y Australia. 

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Para Washington, no se trata solo de exhibir armas nuevas y potentes. También quiere apuntalar alianzas:  

La Casa Blanca comenzó a despachar enviados a Asia con más frecuencia de lo habitual, con el objetivo de formar una coalición sólida para contrarrestar a China. 

Pero acciones que serían intrascendentes en otros lugares tienen el potencial de convertirse en un conflicto en el Mar de China Meridional, donde incluso las disputas pesqueras podrían desencadenar una crisis geopolítica. 

Pekín reclama la soberanía de casi todo el Mar de China Meridional, una zona estratégica por la que cada año circulan anualmente billones de dólares en comercio, pese a que la justicia internacional dictaminó que tal exigencia carece de base legal. 

Bases gringas  

Los letreros alrededor de la base naval Camilo Osias, en las playas de Santa Ana, pintados a mano y apenas legibles, acompañan a decenas de barcos pesqueros verdes amarrados en la arena.   

Santa Ana es un pueblo tranquilo en el extremo norte de Luzón, la mayor isla de Filipinas en la que viven unos 64 millones de personas, más de la mitad de la población del país. 

Hay poca actividad alrededor de la pequeña base naval, tan escondida en una esquina de la playa que apenas se reconoce de no ser por los carteles de lugar “restringido”.  

Tiene una pista de aterrizaje situada estratégicamente que da a EE.UU. acceso al Estrecho de Taiwán. 

Es una de las cuatro nuevas bases en Filipinas a las que pueden acceder las tropas estadounidenses en pleno impulso de la alianza militar entre los dos países.  

Dos de las nuevas ubicaciones están en la provincia norteña de Cagayán, frente a Taiwán.

  • Imagen de portada tomada/ www.descifrandolaguerra.es 
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