Una mujer de 18 años contó en su libro ‘3.096 Días’ lo que padeció mientras estuvo secuestrada por un hombre admirador de Adolfo Hitler durante ocho años encerrada en un sótano.
Pero que logró ser libre el 23 de agosto del año 2006 en Austria, lugar en el que se dieron los terribles acontecimientos que hoy están plasmados en letras y que parece sacado de una película de terror.
La mujer identificada como Natascha Kampusch, de 18 años cuenta en sus letras en primera persona que cuando tenía tan solo 10 años caminaba hacia la escuela el 2 de marzo del año 1998 cuando subió al camión de un desconocido.
Y aunque este hecho hizo vibrar al país europeo, al poco tiempo los medios de comunicación y la gente en sí se olvidó de la niña y de su caso. Quedando solo la familia la frente de su desaparición.
Ahora Natascha volvía, 3.096 días después, recién fugada del infierno, para narrarlo. Su captor, Wolfgang Priklopil, se suicidaba en ese mismo instante tirándose debajo de un tren. Tenía 44 años.
Así fue su entrada a la libertad
Natascha logró llegar hasta la comisaría más cercana tras escapar de la vivienda y en el lugar la atendieron y le hicieron las preguntas de rigor referente a lo que le habría podido pasar después de tanto tiempo secuestrada.
Sabine Freudenberger la comisaría que atendió a la ahora adolescente contó a medios locales que ella le reconoció que había tenido relaciones sexuales con el joven de manera consensuada, pero de alguna forma presionado por la posición en la que se encontraba.
Tras estas en mano de las autoridades fue llevada con sus padres Brigitte Simy y Ludwig Koch que se habían divorciado antes del secuestro.
Estando con sus familias se les practicaron varios exámenes médicos donde se descartó por completo de que la protagonista de esta muy terrible historia estuviera embarazada o haya quedado en embarazo en algún momento.
La Policía
En los primeros días de su desaparición las autoridades habían conversado con más de 600 personas que posiblemente la habían visto, que estuvieron con ellas sus últimas 24 horas o que eran sospechosos.
Wolfgang Priklopil, su victimario había sido interrogado, pero la Policía no revisó un solo milímetro de su casa y eso no permitió encontrar oportunamente a la entonces niña de 10 años que estaba desesperada en un sótano en medio de la soledad y el desespero que produce la misma.
Este hombre vivía solo en su casa y no contaba ni siquiera con un empleo ya que un año antes había sido despedido de la compañía de telefonía en la que colocaba cables por todo el país.
“Jamás van a atraparme vivo”, le repetía a su víctima. Kampusch tuvo la última palabra: “Estaba claro que sólo uno de nosotros dos sobreviviría. Al final, fui yo”.
El relato de la víctima
En la vivienda del secuestrador se encontró un verdadero escondite subterráneo que estaba debajo de la cochera y que tenía 3 metro de profundidad, 3 de largo y dos metros de ancho “en el que me tenían a mí”, dice entre los apartes del libro ‘3.096 Días’.
Dentro de la habitación/celda había una cama, unos estantes con libros infantiles y de adultos, una radio y un televisor, entre otros objetos.
Dice Natascha Kampusch entre las páginas que había días en parecía estar enamorada del mismo hombre que la maltrataba, ya que él era su única compañía, pero también su perdición.
En el libro narra que cuando tenía 12 años el sujeto la empezó a tratar muy mal y le pegaba, abusaba sexualmente de forma recurrente “casi a diario”, dice la víctima en un frio relato.
Asimismo, dice que al cumplir los 14 años la empezó a llevar a la parte arriba de la casa para que hiciera el aseo, inicialmente durante la noche, posteriormente durante el día, hasta que vio la oportunidad y escapó de la casa a una comisaría y se puso a salvo.
- Foto/ Luca Teuchmann/Getty Images
