Laura Barajas, una mujer de 40 años residente de San José, California, nunca imaginó que la tilapia que compró en un supermercado cambiaría drásticamente su vida y la llevaría al borde de la muerte.
Lo que comenzó como una comida rutinaria en su hogar se convirtió en una pesadilla cuando Laura contrajo una bacteria mortal después de ingerir este pescado.
Después de cocinar la tilapia como de costumbre, Laura comenzó a enfermarse días después y tuvo que ser hospitalizada de urgencia.
Anna Messina, una amiga cercana, relató que los médicos le informaron que Laura había adquirido una grave infección debido a la tilapia mal cocida.
“Casi pierde la vida. Estaba conectada a un respirador. La pusieron en coma inducido médicamente. Sus dedos, pies y labios eran negros.
Tenía sepsis completa y sus riñones estaban fallando”, explicó Messina. La infección avanzó de manera alarmante, lo que llevó a los médicos a tomar una decisión desgarradora: amputarle las cuatro extremidades para evitar que la infección se propagara aún más por su cuerpo.
La bacteria responsable de esta pesadilla se llama Vibrio Vulnificus, conocida coloquialmente como una bacteria “carnívora”.
Esta peligrosa bacteria se contrae a través del consumo de productos marinos crudos o insuficientemente cocidos y, especialmente, por el contacto de heridas abiertas con aguas contaminadas.
Campaña para recaudar fondos
La historia de Laura Barajas ha conmovido a muchos, y su amiga Anna ha lanzado una campaña de recaudación de fondos en GoFundMe para ayudar a Laura y su familia a adaptarse a su nueva vida.
Laura, que está en una relación con José Valdez y es madre de un niño de seis años llamado Gael, enfrenta enormes desafíos tanto emocionales como financieros debido a los costos médicos y la necesidad de adaptarse a su discapacidad.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos han emitido una alerta sobre la Vibrio Vulnificus, destacando que esta infección puede adquirirse al comer pescado crudo o poco cocido, así como por exponer heridas abiertas al agua costera.
Esta bacteria, apodada “carnívora”, se encuentra especialmente en aguas cálidas de Estados Unidos y se estima que entre 150 y 200 personas la contraen cada año, con una tasa de mortalidad alarmante: una de cada cinco personas afectadas pierde la vida.
Las autoridades sanitarias hacen hincapié en la importancia de tomar precauciones al manipular alimentos y evitar el contacto con aguas costeras si se tiene una herida abierta.
Laura Barajas ha experimentado en carne propia los devastadores efectos de una bacteria “carnívora”, y su historia nos insta a ser conscientes de los riesgos que pueden acechar en nuestra comida y en nuestras actividades diarias.
Imagen de portada tomada/Univisión