Las calles de Nueva York, una de las ciudades más famosas del mundo por sus imponentes edificios futuristas, están convirtiendo su entorno en algo completamente diferente a lo que una vez fue la Gran Manzana. Con un panorama desalentador que refleja una ciudad tercermundista y todo debido a la crisis migratoria que enfrenta el país.
La llegada de inmigrantes indocumentados a la espera de legalizar su estadía en Estados Unidos, ha traído consigo una serie de desafíos. Especialmente a las grandes ciudades como Nueva York, donde la gran mayoría llega para establecerse.
Entre esto, se ha popularizado una práctica muy común en América Latina: las ventas informales, que ahora se están apoderando de las calles de Nueva York, convirtiendo la gran ciudad en un mercado callejero.
El nuevo panorama de las calles de Nueva York con las ventas informales de inmigrantes
Con la creciente crisis migratoria en Estados Unidos, los vendedores ambulantes, conocidos también como manteros, se están esparciendo por todas las calles de la Gran Manzana.
Especialmente en el distrito de Queens, donde las calles ya reflejan el caos de esta común práctica tercermundista y han desatado una gran controversia y preocupación entre los habitantes de la zona.
Las imágenes captadas por residentes locales muestran un escenario casi surrealista que posiblemente jamás se hubiera imaginado antes en Nueva York. Montones de ropa apilada a lo largo de las calles, vendedores ofreciendo desde zapatillas hasta utensilios de cocina, juguetes y marcos de fotos. Algunos incluso montan puestos improvisados en pleno paso peatonal, bloqueando el tránsito en las aceras y generando malestar entre los residentes.
Lo peor de todo, es que aseguran que gran parte de los artículos que comercializan en estos puestos informales, son robados de contenedores de donaciones o de tiendas.
Ramsés Frías, un residente de la zona y candidato a la asamblea estatal en Nueva York, ha sido una de las voces más destacadas al expresar su preocupación por esta situación.
Según su criterio, describe el escenario como un “mercado del tercer mundo”, criticando la invasión del espacio público y el impacto negativo en los negocios locales. Ya que asegura que las ventas informales les quitan clientes a establecimientos comerciales o negocios y además, no pagan impuestos.
Ventas informales y trabajo sexual, algunos de los desafíos más fuertes que enfrenta Nueva York con la oleada de inmigrantes
Sin embargo, las ventas informales en las calles de Nueva York no son el único problema de la Gran Manzana. Pues a vecindarios como Queens se han sumado otros desafíos como el preocupante aumento de trabajo sexual en la zona.
Ya que según describen algunos residentes, con la llegada de inmigrantes también ha aumentado el número de trabajadoras sexuales en las calles. Lo que agrava aún más las tensiones sociales y afecta la calidad de vida de la comunidad.
De hecho, frente a esta situación, la policia de Nueva York ya ha hecho intervenciones en establecimientos presuntamente dedicados a la prostitución.
Solo en el mes de enero, las autoridades allanaron y ordenaron el cierre de seis establecimientos dedicados al trabajo sexual en la ciudad.
La inflación que no cesa y la llegada masiva de inmigrantes en busca de oportunidades en Estados Unidos solo complejizan más el panorama de algunas ciudades como Nueva York.
Pues ante la dificultad para obtener permisos laborales formales, muchos migrantes recurren a las ventas informales para poder ganarse la vida en las calles de la Gran Manzana.
Mientras que los nuevo panoramas en las calles de la ciudad de Nueva York siguen generando una gran preocupación entre los habitantes. Pues aseguran que el escenario actual de la Gran Manzana está muy lejana a lo que un día fue la gran ciudad.