La agamia es un nuevo modelo de relaciones entre los jóvenes que consiste en el florecimiento de vínculos sociales en ellas disolviendo los vínculos bloqueados por la monogamia heteronormativa.
Estas personas se les llama gamos que son los que entienden a la unión o matrimonio inspirado en el matrimonio objetivo y formal.
Asimismo, la “relación gámica” es aquella que ellos llaman un gamos, es decir, donde tiene sexo.
Lo que ellos llaman “relación de pareja”, “noviazgo” o simplemente “relación” no es más que una relación lúdica.
Los términos “pareja” o “persona con la que estoy saliendo” son sinónimos de “relación gámica“, explican varios medios a través de distintos artículos.
Este nuevo fenómeno suele verse sobre todo en países europeos, en particular en España.
Lo que debemos saber
El uso del término “relación” está subordinado en esta cultura a la relación lúdica. Cualquier otra relación deberá especificarse para comprender correctamente su naturaleza.
También es necesario, por tanto, definirlo, en primera instancia, en función de la presencia o ausencia de gamos.
Hablan de “amistad” o “relación de amistad” donde existe una relación inespecífica y sin gamos, ósea sin sexo porque no son pareja sentimental.
Sobre la “relación profesional” señalan que en esos casos existe una relación entre dos personas que trabajan juntas y no tienen gamos.
Mientras que sobre la relación de “amante” donde hay una relación clandestina, ya que el sexo, sacramento de los gamos, es violado al impedir el establecimiento de los gamos. Concretamente una relación fuera de su pareja oficial.
Qué es la agamia
La agamia es un modelo de relación que consiste en eliminar los gamos y la relación gámica, repensando y redistribuyendo los componentes de la relación gámica para su libre uso en las relaciones.
Según la terminología agamia, el significado de “relación” remite a su significado genérico de “vínculo o conexión entre seres”. Más o menos estrechamente, todos los seres están vinculados.
La relación o vínculo entre humanos es un término completamente inespecífico respecto de las características de la relación.
Cualquier determinación de la naturaleza de una relación deberá describirse además describiendo estas características.
La agamia significa, por tanto, abandonar el elemento sustancial de la estructura de nuestras relaciones actuales.
Esto es algo totalmente diferente y opuesto al modelo de sistema heteronormativo monógamo así como a cualquiera de sus alternativas, todas ellas gámicas.
A lo que invita la agamia
La agamia se opone al establecimiento de estándares destinados a determinar comportamientos de relación con esos mismos estándares.
Lo que se entiende a grandes rasgo por este concepto es que agamia responde al rechazo categórico del planteamiento general de pareja.
La agamia considera las relaciones como fenómenos dinámicos cuyo análisis sólo puede ser descriptivo y circunstancial.
Asimismo, señala que sus objetivos deben haber sido previamente establecidos sólo en las proximidades de la realización de un bien.
La agamia es la evitación activa de un cierto estereotipo de relación, tradicionalmente llamado “amor”, subsumiendo el resto bajo su patrón.
No genera una estructura
Hay que mencionar que la agamia no establece modelos de relación, y los protocolos que es capaz de generar son siempre manejables y subordinados a su eficacia.
Si bien teóricamente es fácil ser agámico, siempre que sea una forma de libertad comparada con las relaciones amorosas, en la práctica el sistema canaliza la vida privada y sexosentimental.
Esto lo hace con tal rigidez que llega a obstruir y oscurecer las alternativas hasta el punto de que el amor sí se muestra como la única posibilidad.
Para ser agamo y disfrutar es necesario entender cómo funcionan algunos de los errores del amor y desactivarlos.
La agamia, que implica una transformación completa de la vida privada y, con ella, de la vida social, se enriquece con la reflexión y la experimentación reflexivas, expuesta, como está, al ataque propagandístico del discurso sistémico del amor.