El coordinador de la diáspora de apoyo a María Corina Machado, David Smolansky, aseguró que si Nicolás Maduro sale del poder en las próximas elecciones de Venezuela, esta sería “la caída del muro de Berlín de América Latina“.
Las aseveración, las hizo en medio de una entrevista en el canal CNN en español en la que conversaban sobre el panorama electoral que se avecina de cara a la contienda electoral en el país suramericano.
Pues recordemos que estas elecciones se llevaran a cabo el próximo 28 de julio en Venezuela y en sus respectivas embajadas en todo el mundo.
En este escenario se enfrenta nuevamente el actual presidente Nicolas Maduro, quien es candidato de 13 partidos políticos que le dieron aparénteme el coaval.
Mientras que la oposición debió aterrizar casi que obligatoriamente en Edmundo González quien ya estaba inscrito como opción provisional en el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Lo anterior, luego de que, ni María Corina Machado, ganadora de las primarias opositoras de octubre, ni Corina Yoris, a quien designó como su sustituta, pudieran registrarse en el CNE.
Qué significaría para LATAM la salida de Maduro
En lo que parece que casi una fantasía, muchos analistas aseguran que en primera medida sería un cambio de paradigma del modelo venezolano y sus políticas locales e internacionales.
Eso quiere decir, que podría entonces el resto de los países de América Latina, tener una relación más confiable con Venezuela, la que hace mucho tiempo no se establece.
Ya que a la fecha está catalogado por empresas privadas de varias naciones como un Gobierno que incumple los acuerdos comerciales.
Y que también por el mal manejo de la economía ha llevado a que compañías de ese país petrolero se hayan ido a la quiebra y no paguen a otras empresas de la región y del mundo.
Pero sin duda alguna, el principal cambio sería el de la mirada política, porque la llegada de un gobierno democrático permitiría que la ciudadanía se pudiera expresas sin temor de lo que desea hacer o decir.
Asimismo, un nuevo viento político para Venezuela significa también que sus ciudadanos probablemente sean llamados a regresar del exilio, de la migración irregular a la que se han sometido, para que trabajen por levantar el país de Bolívar, que tanto pregona el actual Gobierno.
Un momento crucial para Venezuela
Es un año electoral en Venezuela y el presidente Nicolás Maduro está decidido a aferrarse al poder. Sus alianzas serán cruciales para la supervivencia de su régimen.
El Gobierno de Maduro se basa en un sistema híbrido de gobernanza, una alianza entre el gobierno y las redes del crimen organizado, según explicó en un informe la ONG InSight Crime.
Estos mantienen una relación simbiótica donde los grupos armados no estatales (GANE) brindan a los chavistas de alto rango acceso a rentas criminales y reprimen la actividad en sus áreas de influencia.
A cambio, el Estado tolera y, en algunos casos, protege activamente sus actividades. Es probable que en el año 2024 se produzca una mayor consolidación de este sistema.
Durante 2023, la administración de Maduro adoptó un enfoque de mano dura o puño de hierro para establecer el orden en medio de la proliferación del crimen en el país, lanzando múltiples “megaoperaciones”.
En una campaña muy publicitada, las autoridades han venido atacando prisiones, organizaciones de narcotráfico, pandillas urbanas y sindicatos de minería ilegal, explica la organización en mención sin fines de lucro.
Acciones para distraer
Muchos investigadores, que hablaron con InSight Crime coincidieron en que si bien el gobierno ha dado gran importancia a sus operaciones policiales y militares, estas acciones fueron más “un teatro político”.
Los grupos armados híbridos como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) cooperan y coordinan acciones con elementos estatales según ONG.
Estos estarían involucrados en la minería ilegal en los estados de Bolívar y Amazonas, ayudan a transportar toneladas de cocaína hasta el Caribe, dirigen redes de tráfico y tráfico de personas y gestionan el contrabando.
Las elecciones presidenciales de 2024 determinarán el futuro de este estado híbrido, que ha otorgado diferentes tipos de licencias a grupos armados híbridos y actores estatales para administrar su empresa criminal generalizada.
La desenfrenada migración
La diáspora venezolana creció a casi 8 millones de personas en 2023, superando todos los récords anteriores.
Además de los 600.000 que salieron de Venezuela el año pasado, muchos abandonaron otras naciones sudamericanas, donde se habían asentado anteriormente, hacia nuevos destinos.
Casi 350.000 cruzaron a Estados Unidos, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP).
Para llegar allí, muchos cruzaron el Tapón del Darién, una peligrosa zona de selva entre Colombia y Panamá donde poderosas redes del crimen organizado ejercen control este territorio.
Los venezolanos continúan migrando, a pesar de que Maduro aumentó el salario mínimo en un 48% este año, aumento que pronto será consumido por la inflación.
Están viajando por una variedad de rutas, adaptándose a los factores disuasorios, ya sean políticas migratorias severas o cruces peligrosos, buscando caminos alternativos y nuevos destinos.
En 2024, las redes de tráfico de personas continuarán explotando a migrantes vulnerables, muchos de los cuales se dirigen a Estados Unidos como una alternativa de mejorar su calidad de vida.