En un esfuerzo innovador para frenar la caza furtiva, científicos sudafricanos han comenzado a inyectar material radiactivo en los cuernos de los rinocerontes. Este método busca hacer los cuernos tóxicos para el consumo humano y más fáciles de detectar en los controles fronterizos, con la esperanza de reducir la demanda y el tráfico ilegal.
Contexto y Problemas Actuales
Sudáfrica es el hogar de aproximadamente el 80% de la población mundial de rinocerontes blancos, una especie gravemente amenazada por la caza furtiva. La demanda de cuernos de rinoceronte en Asia, impulsada por creencias en sus propiedades medicinales y afrodisíacas, ha llevado a la muerte de casi 500 rinocerontes en 2023.
Proyecto Rhisotope
El proyecto Rhisotope, desarrollado por científicos de la Universidad de Witwatersrand, ha introducido chips radiactivos en los cuernos de veinte rinocerontes jóvenes en el orfanato de Limpopo. Estos chips, junto con otros radioisótopos, son lo suficientemente potentes como para ser detectados por escáneres de radiación en puertos y aeropuertos, diseñados originalmente para prevenir el terrorismo nuclear.
La doctora Nithaya Chetty, decana de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Witwatersrand, ha asegurado que el procedimiento es indoloro para los animales, ya que los cuernos no contienen nervios sensoriales. Además, la dosis de radiación es baja y no afecta la salud del rinoceronte ni el medio ambiente.
Ventajas y Desafíos
Este método presenta varias ventajas sobre técnicas anteriores como el descorne y el envenenamiento de los cuernos. El material radiactivo tiene una duración de cinco años, lo que resulta más económico y efectivo a largo plazo.
Sin embargo, la lucha contra la caza furtiva sigue siendo un desafío. Los cazadores furtivos están dispuestos a correr grandes riesgos debido al alto valor de los cuernos en el mercado negro, comparables en precio al oro. Pelham Jones, presidente de la Asociación Privada de Propietarios de Rinocerontes, expresó dudas sobre la efectividad del método, señalando que los cazadores furtivos podrían encontrar formas de evitar los controles fronterizos tradicionales.
Futuro del Proyecto
La última fase del proyecto Rhisotope incluirá un monitoreo continuo de la salud de los rinocerontes mediante análisis de sangre y otros estudios para asegurar que no haya efectos adversos. Si los resultados son positivos, el equipo de investigación espera aplicar esta técnica a otras especies amenazadas, como los elefantes y los pangolines.
La comunidad científica internacional observa con interés esta iniciativa pionera, esperando que pueda convertirse en una solución efectiva para la conservación de los rinocerontes y otras especies en peligro de extinción.