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La aviación podría tener un cambio drástico con la llegada de las aeronaves eléctricas

Se estima que para el año 2030 o antes esté listo el primer avión de funcionamiento parcial o completamente eléctrico.

La aviación comercial está luchando por reducir su impacto climático y actualmente no está en vías de cumplir su objetivo de emisiones netas cero para el año 2050.  

El combustible de aviación sostenible no se está produciendo con la suficiente rapidez y parece haber pocas alternativas en el horizonte a los motores a reacción y turbohélices que consumen mucho combustible. 

Un problema es que la electrificación no es tan fácil en los aviones como en los vehículos de carretera. 

El consenso en la industria parece ser que la tecnología de las baterías debe evolucionar antes de que los aviones de pasajeros eléctricos puedan convertirse en una realidad. 

Sin embargo, la startup holandesa Elysian está desafiando esa suposición con sus planes para un avión regional totalmente eléctrico. 

Este tendría un alcance de 500 millas (805 kilómetros) y espacio para 90 pasajeros.

Esta sería capaz de reducir las emisiones en un 90%, y que pretende volar comercialmente dentro de una década. 

“Muchos expertos dicen que se necesita una tecnología de baterías que vaya más allá de [lo que estará disponible hasta] 2050 para obtener una autonomía y una capacidad de carga razonables”, afirma Reynard de Vries, director de diseño e ingeniería de Elysian.  

El nombre del avión 

El avión, llamado E9X, existe solo en papel por ahora: Elysian planea construir un modelo para el 2030.  

Sin embargo, sus principales características de diseño ya se conocen y son algo sorprendentes.  

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No se debe asumir que un avión eléctrico se verá como los aviones (más exitosos) de la actualidad“, dice de Vries. 

Al mismo tiempo, agrega que un error común es creer que los aviones eléctricos deberían ser esencialmente versiones electrificadas de los turbohélices regionales más ligeros. 

Eso, dice, haría que el alcance fuera demasiado limitado, probablemente por debajo de los 96 kilómetros.  

“Lo que realmente hay que hacer es diseñarlo desde cero, empezando con una hoja en blanco”, explican desde Elysian

Lo que se obtendría es un avión que, en proporciones de peso, por ejemplo, se parece mucho más a los viejos jets de los años 60.  

Un avión con una proporción muy alta de baterías y una proporción mucho menor de peso estructural.  

“El resultado es un avión mucho más grande y pesado, pero que puede volar mucho más lejos de lo que la gente creía anteriormente”, dice la compañía.

Características 

El E9X tendrá ocho motores de hélice y una envergadura de casi 138 pies (42 metros), más grande que un Boeing 737 o un Airbus A320, aunque ambos pueden transportar más del doble de pasajeros,  

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Así como un fuselaje más delgado, que según de Vries mejora tanto las características estructurales como las aerodinámicas. 

Este diseño es el resultado de una colaboración con la Universidad Tecnológica de Delft, la universidad técnica más grande y antigua de los Países Bajos. 

Los principios de este diseño se explican en un artículo científico titulado “Una nueva perspectiva sobre la aviación eléctrica de batería”, que tiene a de Vries y Rob Wolleswinkel, cofundador de Elysian, entre sus autores. 

Un principio fundamental es que las baterías se colocarán en las alas en lugar de en el fuselaje. “Es una decisión de diseño fundamental”, afirma de Vries.  

“Las baterías representan una parte importante del peso del avión, y lo que se quiere hacer con el peso es colocarlo donde se genera la sustentación”. 

Su tecnología 

Según de Vries, la tecnología de las baterías será similar a la que se encuentra disponible hoy en día, más los avances que se produzcan en los próximos cuatro o cinco años, en lugar de suponer un avance radical. “Eso abre diferentes escenarios”, añade.  

“El más conservador sitúa la autonomía útil en 300 millas (482 kilómetros), pero creemos que un objetivo más realista, dentro de cuatro años, es de 500 millas”. 

Entre otros elementos de diseño conocidos se encuentra la colocación del tren de aterrizaje en las alas en lugar de en el cuerpo del avión, puntas de las alas que se pueden plegar para ahorrar espacio. 

Asimismo, contar con un “sistema de reserva de energía” basado en una turbina de gas que puede proporcionar energía de emergencia en caso de una desviación. 

En total, de Vries espera que el impacto climático del avión sea entre un 75% y un 90% menor que el de los aviones de fuselaje estrecho actuales. 

Buscan adaptarlo  

El E9X se diseñará para adaptarse a la infraestructura aeroportuaria actual, sin necesidad de ningún ajuste o actualización.  

Sin embargo, el tiempo de respuesta puede ser un desafío debido a la necesidad de cargar las baterías, lo que lleva más tiempo que llenar el tanque de combustible.  

Hay conversaciones en curso con aerolíneas de todo el mundo y es probable que el avión atraiga el interés de las aerolíneas regionales y de cercanías.  

Según de Vries, también podría beneficiar a los aeródromos secundarios que actualmente están desatendidos debido a limitaciones de ruido o emisiones, o porque no es económico para las aerolíneas prestarles servicio. 

Por último, desde la perspectiva del pasajero, creen que el E9X ofrecerá una experiencia de vuelo más tranquila y placentera, y pretende resolver uno de los problemas más urgentes de los viajes actuales: la escasez de espacio para el equipaje de cabina. 

  • Imagen de portada tomada/Cortesía Elysian
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