Publicidad

La crisis de la izquierda que se vive en este momento en América Latina

Los últimos gobiernos elegidos de izquierda en LATAM, han mostrado que ya no están tan unificados como en los tiempos de Chávez.

Apenas media hora tardó el presidente chileno, Gabriel Boric, para desafiar el anuncio oficial de Venezuela que dio ganador de la elección del pasado 28 de julio al mandatario Nicolás Maduro. 

El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer”, dijo en su cuenta de X el joven de ideas progresistas. 

La rapidez con que Boric salió a marcar su postura, contrastó con la cautela que tuvieron los presidentes también izquierdistas de Brasil, México y Colombia. 

Esto, mientras la oposición a Maduro se declaraba ganadora, otros países señalaban irregularidades en la elección en Venezuela. 

Por qué hay tanta división entre la izquierda en LATAM 

Hay varios motivos que suelen esgrimirse en este tipo de escenarios. 

Uno es generacional: Boric es un treintañero nacido en la etapa final de la dictadura de Pinochet, mientras Lula (78 años), López Obrador (70) y Petro (64) datan de tiempos de Guerra Fría. 

Tiempos en que las revoluciones de Cuba y Nicaragua eran vistas con buenos ojos por la izquierda latinoamericana. 

También hay cuestiones prácticas: a diferencia de Chile, Brasil y Colombia comparten fronteras extensas y porosas con Venezuela, por lo que tienen un interés especial en mantener relaciones con Caracas. 

Los expertos señalan que, “la izquierda progresista que se entendía como una extensión ideológica de la izquierda del siglo XX queda desnuda hoy día”. 

Otra mirada  

Cuando Nicolás Maduro fue declarado ganador de las elecciones presidenciales venezolanas la semana pasada, hubo una protesta inmediata y acusaciones de fraude.  

- Patrocinado -

Maduro había quedado muy atrás en muchas encuestas y el Consejo Nacional Electoral (CNE) no proporcionó acceso a los desgloses de las votaciones como lo exige la ley. 

Si bien gran parte de la retórica de Maduro y de los partidarios del candidato opositor Edmundo González Urrutia ha sido acalorada, los gobiernos de izquierda de la región no se han posicionado de ningún lado.

Este marcado cambio dentro de los remanentes de la “marea rosa” de gobiernos de izquierda que dominaron los países latinoamericanos en la década de 2000 puede proporcionar una salida a la crisis y lograr una transición democrática en Venezuela. 

Los gobiernos de Brasil, Colombia y México han encabezado la exigencia de muchas otras naciones de que las autoridades electorales publiquen los recuentos de votos de cada máquina de votación electrónica,  

Pero se han abstenido de acusar a Maduro de irregularidades: no han utilizado el término “fraude” ni han denunciado las inaceptables violaciones de los derechos humanos cometidas por el régimen venezolano después de las elecciones.  

El papel de Lula  

Al parecer, esperan que el gobierno y los partidos de oposición de Venezuela vuelvan a la mesa de negociaciones. 

Este es quizás el ejemplo más destacado del papel mediador que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, busca desempeñar en el escenario mundial, y una demostración de cómo se ve en la práctica su diplomacia de “no alineamiento activo”. 

Si la estrategia de Lula funciona, será una rotunda confirmación de su muy mal entendida estrategia diplomática de “tercera vía”, que busca promover las preocupaciones económicas de los países en desarrollo. 

- Patrocinado -

También será una brújula moral en una región donde la democracia se ve amenazada por el retroceso impulsado por los líderes electos.  

La estrategia podría servir como un importante baluarte electoral contra el ascenso de los movimientos de extrema derecha que amenazan la democracia latinoamericana. 

Esta estrategia, que se ha mostrado poco hostil a la crisis venezolana, representa una alternativa a la que se había aplicado en el pasado: los países latinoamericanos denunciaban a quien les convenía ideológicamente y Estados Unidos aplicaba sanciones económicas sin tapujos.  

EEUU y la izquierda de LATAM 

Si bien el gobierno de Biden ha apoyado firmemente los esfuerzos de negociación en Venezuela, Washington reconoció unilateralmente al candidato opositor González como ganador de las elecciones.

Los izquierdistas de la región han mantenido tradicionalmente una postura de debilidad hacia Cuba y, durante años, se han abstenido de denunciar abiertamente el retroceso democrático en Venezuela.  

Esta tolerancia refleja una tradición bilateral influida por la Guerra Fría en la región que siempre ha intentado, equivocadamente, diferenciar entre autoritarismo de izquierda y de derecha. 

Esto permite que las violaciones cometidas en nombre de una ideología pudieran de alguna manera justificarse.

La postura debe entenderse en el contexto de la cínica intervención estadounidense en América Latina, que durante mucho tiempo apoyó a violentas dictaduras militares. 

  • Imagen de portada tomada/ Bloomberglinea
Publicidad