Las islas de Toronto albergan una serie de atracciones que incluyen un pequeño parque temático, un parque de animales y jardines, pero se sabe muy poco acerca de como es vivir en este épico destino turístico de la provincia.
A mediada que la ciudad de Toronto continúa luchando por equilibrar la oferta y demanda de viviendas, la pequeñas pero acogedora comunidad de las Islas de Toronto conformada por abogados, carpinteros, bomberos, fontaneros y profesores goza de una vida tranquila, sin excesos y sobre todo, de un paraíso de juegos de verano con atracciones, playas y otras diversiones.
Estas son las 10 cosas que nadie te cuenta de vivir en las Islas de Toronto:
10. Las residencias insulares ocupan solo 33 acres de más de 800. Hay 262 hogares y más de 700 personas. Hasta la década de 1950, había hasta 8.000 personas viviendo en alta mar.
9. Hay una prolongada disputa legal entre los distintos propietarios de las islas, que prefieren que el área se convierta en un parque, y los residentes existentes.
8. Las casas en Wards Island son cara a cara, originalmente construidas en sitios de tiendas de campaña que datan de principios del siglo XX.
7. No se permite ningún tipo de transporte motorizado en la isla que no sean vehículos de servicio y basura, un autobús escolar y una quitanieves. La comunidad isleña se considera la comunidad urbana sin automóviles más grande de América del Norte.
6. La Ley de Administración de la Comunidad Residencial de las Islas de Toronto negoció un compromiso en 1993, permitiendo a los residentes poseer sus propias casas y arrendar la tierra de la provincia por hasta 99 años.
5. Uno de los mayores desafíos para los residente desde hace mucho tiempo es obtener servicios en la isla. Otro desafío es la ausencia de tiendas. No hay lugar para realizar sus compras.
4.Los residentes realmente aman la temporada de invierno, dicen que es así como después de recibir a 1,6 millones de visitantes durante los meses de verano, sienten que la isla regresa a ellos.
3. A los residentes se les permite traspasar las casas a sus cónyuges o hijos, pero de lo contrario el Fideicomiso mantiene una lista de compradores potenciales con una lista de espera de décadas.
2. A diferencia de otras personas que viven en Toronto, los isleños no pueden vender sus casas en el mercado libre ni recibir valor de mercado por ellas. El Fideicomiso tiene el mandato de garantizar que la venta de casas en la isla no genere ganancias inesperadas para los propietarios. Es una forma de mantener la continuidad de una comunidad diversa de ingresos mixtos de personas que viven allí a tiempo completo (en lugar de usar sus hogares como cabañas de verano o para fines de semana).
1. Es un lugar seguro y amigable para las familias que les gusta la naturaleza y el estilo de vida relajado. en la Isla tienen el acceso inmediato a kilómetros de senderos para caminar y andar en bicicleta.