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A los 110 años dedicó sus últimos días a tejer suéteres para pingüinos heridos

Alfred Date se convirtió en símbolo de esperanza al tejer suéteres para pingüinos afectados por derrames de petróleo desde su residencia en Australia

En una residencia para adultos mayores en Australia, un hombre de 110 años dejó un legado que sigue enterneciendo al mundo: dedicó sus últimos días a tejer suéteres para pingüinos afectados por un derrame de petróleo. Su nombre era Alfred Date, conocido por ser el hombre más anciano del país en su momento, pero también por su compromiso con la vida y la solidaridad.

La historia que unió a Alfred Date con los pingüinos heridos

En 2013, la Fundación de Pingüinos de Phillip Island, en Victoria, lanzó un llamado urgente: necesitaban suéteres para pingüinos heridos como parte de un programa de rescate tras un derrame de petróleo que afectó a miles de aves marinas en la costa australiana. La organización explicó que estos suéteres eran esenciales para proteger a los animales mientras se recuperaban, evitando que picotearan las plumas contaminadas.

Alfred Date, que vivía en una residencia de cuidado, se enteró del llamado a través del personal del hogar. Aunque tenía más de un siglo de vida, aceptó sin dudarlo. Tomó sus agujas y comenzó a tejer, como lo había hecho durante gran parte de su vida.

Quién fue Alfred Date y por qué tejía a los 110 años

Alfred Date nació en 1905. Fue testigo de dos guerras mundiales, la invención de la televisión, la llegada del hombre a la luna y la revolución digital. Su historia refleja la resiliencia de una vida longeva. Durante décadas, tejía por gusto. Lo hacía para su familia, para amigos, y al final, también para salvar vidas.

El personal del hogar donde vivía lo describe como un hombre amable, lúcido y con las manos siempre en movimiento. Nunca buscó reconocimiento, solo quería ayudar. Decía que no podía quedarse de brazos cruzados mientras los pingüinos en peligro necesitaban ayuda.

Por qué los suéteres para pingüinos son tan importantes

En casos de derrames de petróleo en animales, las aves marinas suelen sufrir consecuencias devastadoras. Cuando un pingüino entra en contacto con petróleo crudo, su plumaje pierde impermeabilidad, lo que puede llevar a hipotermia. Además, muchos intentan limpiarse con el pico, ingiriendo sustancias tóxicas que dañan sus órganos.

Los suéteres tejidos a mano ofrecen una solución temporal pero vital. Abrigan al animal, impiden que se dañe aún más y le dan tiempo a los rescatistas para hacer su labor. El aporte de Alfred fue tan valioso que su historia llegó a medios internacionales, y su trabajo fue reconocido por la Fundación de Phillip Island.

Phillip Island

Hay una fundación llamada Fundación de Pingüinos de Phillip Island. Phillip Island es hogar de una de las colonias de pingüinos más grandes de Australia. La fundación que protege esta región se ha dedicado durante años a monitorear, alimentar y cuidar a estas aves, muchas de las cuales se encuentran amenazadas por la actividad humana.

Tras el derrame, los suéteres llegaron desde diferentes partes del mundo, pero los tejidos por Alfred tenían un valor especial. Cada uno era hecho con paciencia, precisión y cariño. Según datos de la fundación, más de mil pingüinos heridos fueron tratados gracias a esta campaña.

Cómo puedes ayudar hoy a los pingüinos en peligro

LLas amenazas contra estas aves no han desaparecido. El cambio climático, la pesca indiscriminada y los residuos plásticos siguen afectando su hábitat. Aunque muchas personas buscan maneras de colaborar, lo más importante es informarse bien y apoyar únicamente a organizaciones verificadas por canales oficiales.

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