La mansión de Lionel Messi en Ibiza se convirtió recientemente en el foco de una protesta del grupo activista climático ‘Futuro Vegetal’.
Los activistas irrumpieron en la propiedad y pintaron las paredes con pintura roja y blanca, mostrando también una pancarta que decía “Cómanse a los ricos”.
El objetivo de la acción del grupo era denunciar la ilegalidad de la lujosa propiedad de Messi, que según afirman fue adquirida por 11 millones de euros.
Argumentan que un gasto tan suntuoso pone de relieve una grave desigualdad social, especialmente en un momento en que las Islas Baleares sufren olas de calor extremas con efectos devastadores para los residentes locales.
Lo que dijo el grupo en redes
En un comunicado compartido en la red social X, Futuro Vegetal justificó su protesta afirmando que el 1% más rico es responsable de una cantidad desproporcionada de emisiones de carbono.
Sostienen que el sistema socioeconómico actual, apoyado por las autoridades públicas, solo empeora las crisis ambientales y sociales.
Messi, que adquirió la finca de San Josep en 2022, aún no se ha pronunciado públicamente sobre el incidente.
El reconocido futbolista se encuentra actualmente en un receso de sus actividades profesionales tras su victoria en la Copa América con la selección argentina y se encuentra en proceso de recuperación de una lesión de tobillo.
No es la primera vez
El año pasado, activistas del grupo pintaron con aerosol un superyate amarrado en Ibiza con pintura roja y negra.
Según se informa, pertenecía a Nancy Walton Laurie, la heredera multimillonaria del gigante minorista estadounidense Walmart.
Las autoridades del país europeo dijeron en recientemente que arrestaron a 22 personas en enero pasado miembros de Futuro Vegetal, incluidos los dos que organizaron la protesta en el Prado, así como los tres principales líderes del grupo.
El movimiento climático europeo
La última década ha sido la más calurosa registrada y miles de jóvenes han pedido acciones climáticas urgentes en todo el mundo.
Este movimiento global convoca a los estudiantes a faltar a clases para protestar los viernes bajo el lema #FridaysForFuture, en todo el mundo.
Todo comenzó cuando Greta Thunberg, de 15 años, comenzó a protestar para exigir una acción más contundente contra el cambio climático frente al Parlamento sueco en agosto de 2018.
Poco a poco, este movimiento se extendió por todo el mundo.
Desde entonces, Greta ha ganado reconocimiento mundial, ha sido nominada al premio Nobel de la Paz en 2019 y 2020 y nombrada persona del año 2019 por la revista Time.
Entre otras peticiones, los manifestantes piden a los líderes mundiales que respeten el Acuerdo de París, que fue el primer acuerdo climático global universal y jurídicamente vinculante firmado por 195 países en 2015.
Su principal objetivo es limitar el aumento de la temperatura mundial a 2 °C con respecto a la era preindustrial, antes de finales de siglo, y proseguir los esfuerzos para limitarlo aún más a 1,5 °C.
Demandas de la juventud
En todo el mundo, los jóvenes ven cómo se suceden las crisis ambientales, y la mayoría de las protestas conectan demandas globales y locales.
Los jóvenes activistas ambientales están indignados porque no se han producido suficientes cambios, mientras que los científicos nos advierten una y otra vez de que estamos llegando a un punto sin retorno para el clima.
“¿Por qué debería estudiar para un futuro que pronto podría desaparecer, cuando nadie está haciendo nada para salvar ese futuro? ¿Y qué sentido tiene aprender hechos cuando los hechos más importantes claramente no significan nada para nuestra sociedad?” – Greta Thunberg
En una encuesta reciente, los jóvenes mencionaron la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático como una prioridad máxima para la Unión Europea (Eurobarómetro 478).
En toda la UE, los ciudadanos están muy preocupados por el cambio climático y apoyan las medidas para abordarlo (Eurobarómetro sobre el cambio climático).
Pero, qué quieren los jóvenes
Muchos jóvenes que participan activamente en el movimiento climático piden cambios radicales para hacer frente a la crisis climática,
Por ejemplo, acelerando las acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, frenando las inversiones en combustibles fósiles, protegiendo la biodiversidad y restaurando los ecosistemas.
Esas protestas demuestran claramente que el activismo juvenil ocupa un lugar importante en Europa y en el resto del mundo.
Los jóvenes están liderando el cambio en sus comunidades y están pidiendo a los adultos que asuman sus responsabilidades para salvar su futuro.
- Imagen de portada tomada/Diario AS
