El pasado fin de semana el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió una alerta violeta para 11 provincias de Argentina que enfrentará la “lluvia negra”.
En los próximos días se irán asentando las partículas del humo que llega con el viento de los incendios que azotan a la Amazonía, desde Brasil hasta Bolivia.
El humo estará en el ambiente por varios días, cuando una masa fría proveniente del sur cambie la dirección del aire.
“El modelo de dispersión de aerosoles atmosféricos de la Unión Europea (Sistema Copérnico) indica que habrá mucho humo procedente de los incendios a lo largo de esta semana”, alertó Servicio Meteorológico de Brasil (MetSul).
Lluvia negra en el cono sur
La lluvia negra es un fenómeno que se produce luego de la interacción de partículas contaminantes en la atmósfera, como cenizas, hollín o compuestos químicos, con frentes fríos.
El humo y las partículas en suspensión arrastradas por el viento pasan a la atmósfera, donde pueden recorrer miles de kilómetros antes de depositarse en de nuevo en tierra firme o sobre el mar.
Las lluvias pueden acelerar este trabajo, arrastrando estas partículas hasta el suelo, se caracteriza por su aspecto oscuro y por los altos niveles de polución.
El pasado 9 de septiembre se reportó en diversas regiones de Argentina este fenómeno meteorológico inusual.
Este extraño fenómeno meteorológico genera mucha preocupación entre los habitantes y las autoridades del país debido a sus posibles impactos en la salud y el medio ambiente.
Causas de la lluvia negra
La lluvia negra generalmente ocurre cuando las condiciones atmosféricas se combinan con contaminantes o partículas para crear una lluvia que parece negra u oscura.
Esto puede deberse a emisiones industriales, cenizas volcánicas o tormentas de polvo que se mezclan con nubes de lluvia, alguna de las
causas principales puede ser:
- Quema de combustibles fósiles: las plantas industriales y las centrales eléctricas de carbón emanan partículas como carbono negro y otros contaminantes a la atmósfera.
- Estas partículas se elevan y cuando llueve se combinan con las gotas de agua, oscureciendo la precipitación
- Incendios forestales: cuando suceden grandes incendios, estos liberan enormes cantidades de carbono negro y cenizas, que persisten en el aire hasta ser arrastrados por la lluvia, lo que da como resultado lluvias oscuras en las áreas afectadas.
- Contaminación urbana y emisiones vehiculares: en las grandes ciudades, las emisiones que provienen de los vehículos y fábricas, especialmente de motores diésel y la quema de biomasa, liberan partículas que contribuyen a la formación de lluvias contaminadas, conocidas como lluvia negra.
En el caso de Argentina, en septiembre de 2024, los expertos están investigando si los recientes incendios forestales, las actividades agrícolas o la contaminación industrial contribuyeron a la formación de la lluvia negra.
Preocupaciones de salud y medio ambiente
Las consecuencias en la salud por la exposición a la lluvia negra son especialmente preocupantes para personas con enfermedades respiratorias crónicas, como el asma, la EPOC, y para las personas que sufren de alergias o alguna condición cardiovascular.
Las partículas en suspensión en la lluvia no solo pueden provocar problemas respiratorios a seres humanos sino también en los animales, además de dañar los cultivos y las fuentes de agua.
Además, estas partículas contaminantes causan irritación en los ojos, nariz y garganta, generando tos, dificultad para respirar y enrojecimiento ocular.
Las autoridades ambientales están monitoreando la calidad del agua y aconsejando a los residentes evitar utilizar agua de lluvia para beber o regar hasta nuevo aviso.
Al mismo tiempo, se está evaluando el impacto sobre los ecosistemas locales y la biodiversidad.
Ante la alerta de lluvia negra, el gobierno de Argentina ha activado protocolos de emergencia para evaluar y mitigar los efectos del fenómeno.
Las autoridades también están investigando las fuentes de contaminación que pueden haber contribuido a la lluvia negra para evitar que vuelva a ocurrir.
Tome sus precauciones
Para evitar los efectos nocivos que puede ocasionar la lluvia negra y el humo, se ha recomendado limitar la exposición al aire libre, especialmente los días que se prevé la mayor concentración de humo en la atmósfera.
Se recomienda mantener las puertas y ventanas de los hogares cerradas para impedir que las partículas ingresen.
También, se aconseja utilizar mascarillas para quienes deban permanecer al aire libre.
Asimismo, es importante que se eviten todas aquellas actividades físicas intensas al aire libre y conservar los espacios interiores lo más libres posible de contaminantes.
Las personas con condiciones preexistentes deben estar atentas a cualquier síntoma que empeore su situación y buscar atención médica en caso de ser necesario.
- Imagen de portada tomada/Sitio Andino – Generada con ChatGPT