Las bacterias en la boca y la lengua podrían estar relacionadas con cambios en la función cerebral a medida que envejecemos, sugiere una nueva investigación.
El estudio, dirigido por la Universidad de Exeter, descubrió que ciertas bacterias estarían asociadas con una mejor memoria y atención.
Mientras que otras estaban vinculadas con un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer.
Los investigadores identificaron dos posibles formas en las que estas bacterias pueden afectar la salud cerebral. Esto incluye la entrada directa de bacterias dañinas al torrente sanguíneo, lo que podría causar daños al cerebro.
Por otra parte, un desequilibrio entre bacterias beneficiosas y dañinas puede reducir la conversión de nitrato (abundante en dietas ricas en vegetales) en óxido nítrico.
Esta es una sustancia química crucial para la comunicación cerebral y la formación de la memoria.
Las personas que tenían grandes cantidades de bacterias del grupo Neisseria y Haemophilus tenían mejor memoria, atención y capacidad para realizar tareas complejas. Estas personas también tenían niveles más elevados de nitrito en la boca.
Lo encontraron con el estudio
Los niveles más elevados de la bacteria Porphyromonas eran más comunes en personas con problemas de memoria.
Mientras que el grupo bacteriano Prevotella estaba relacionado con niveles bajos de nitrito, lo que los investigadores predicen que a su vez podría significar una peor salud cerebral, y era más común en personas portadoras del gen de riesgo de la enfermedad de Alzheimer, APOE4.
El estudio fue apoyado por Wellcome y financiado en parte por el Instituto Nacional de Investigación en Salud y Asistencia (NIHR) del Centro de Investigación Biomédica de Exeter plantea una posibilidad interesante para la identificación e intervención tempranas.
“Nuestros hallazgos sugieren que algunas bacterias podrían ser perjudiciales para la salud cerebral a medida que las personas envejecen”.
Esto plantea una idea interesante para realizar pruebas de rutina como parte de los controles dentales para medir los niveles de bacterias y detectar signos muy tempranos de deterioro de la salud cerebral.
Una experta
Dra. Joanna L’Heureux, autora principal de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter
Si bien el deterioro de la memoria y de las funciones cerebrales es típico en la vejez, el deterioro de las capacidades mentales que es mayor de lo que se esperaría con el envejecimiento normal se conoce como deterioro cognitivo leve.
Aproximadamente el 15% de los adultos mayores se encuentran en la categoría de deterioro cognitivo leve, considerado el mayor factor de riesgo para el desarrollo de demencia o enfermedad de Alzheimer.
El estudio, publicado en PNAS Nexus, reclutó a 110 participantes, mayores de 50 años, de un estudio en línea llamado PROTECT que rastrea la salud cerebral de más de 25.000 personas de mediana edad en el Reino Unido.
Los investigadores dividieron a los participantes en dos grupos; aquellos sin deterioro de la función cerebral y aquellos que mostraban deterioro cognitivo leve.
Cómo se obtuvieron las muestras
Los participantes de estos dos grupos enviaron muestras de enjuague bucal que luego se analizaron y se estudió la población de bacterias.
La profesora Anne Corbett, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter y coautora del estudio, afirmó: “Las implicaciones de nuestra investigación son profundas”.
Si ciertas bacterias favorecen la función cerebral mientras que otras contribuyen a su deterioro, los tratamientos que alteran el equilibrio de bacterias en la boca podrían ser parte de una solución para prevenir la demencia.
Esto podría lograrse mediante cambios en la dieta, probióticos, rutinas de higiene bucal o incluso tratamientos específicos.
Los primeros signos del Alzheimer
Uno de los signos más comunes de la enfermedad de Alzheimer, especialmente en la etapa inicial, es olvidar información recientemente aprendida.
Otros incluyen olvidar fechas o eventos importantes, hacer las mismas preguntas una y otra vez y necesitar cada vez más recurrir a ayudas para la memoria (por ejemplo, notas recordatorias o dispositivos electrónicos) o a miembros de la familia para cosas que antes hacían por sí solos.
Algunas personas que padecen cambios en la memoria debido al Alzheimer u otras demencias pueden experimentar cambios en su capacidad para desarrollar y seguir un plan o trabajar con números.
Pueden tener problemas para seguir una receta conocida o para llevar un registro de las facturas mensuales.
Pueden tener dificultades para concentrarse y tardar mucho más tiempo en hacer las cosas que antes.
Las personas que padecen alteraciones de la memoria a causa del Alzheimer u otras demencias suelen tener dificultades para realizar tareas cotidianas.
A veces pueden tener problemas para conducir hasta un lugar conocido, organizar la lista de la compra o recordar las reglas de un juego favorito.
- Imagen de portada tomada/ RTVE
