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Aparece ballena gigante en medio de la selva amazónica y nadie se explica cómo llegó allí 

Los expertos se preguntan a la fecha cómo hizo la enorme ballena para llegar hasta ese lugar en donde fue encontrada.

Un grupo de biólogos marinos de Brasil quedaron boquiabiertos al descubrir una joven ballena jorobada. 

Al parecer había llegado a la costa en una isla remota y boscosa en el río Amazonas. 

El hecho ocurre en una época del año en la que ya debería haber migrado miles de kilómetros hasta la Antártida. 

Miembros del grupo conservacionista Bicho D’Água encontraron a la ballena.

Esto después de seguir a buitres que volaban alrededor de un manglar en la isla amazónica de Marajó.  

A unos 50 pies de la costa, los científicos detectaron a la jorobada sin vida, de unos 26 pies de largo, alojada entre espesos arbustos y matorrales.  

Había muerto hace varios días 

La ballena llevaba muerta al menos varios días, expresaron a los medios de comunicación locales funcionarios del gobierno de Pará, un estado del norte de Brasil. 

Se estima que decenas de miles de ballenas jorobadas viven en el Océano Atlántico frente a Brasil. 

Casi todas han migrado hacia el sur en esta época del año, el verano en el hemisferio sur, para alimentarse cerca de la Antártida.  

Pero esta jorobada fue encontrada cerca de la desembocadura del río Amazonas, a unas 4.000 millas de sus zonas de alimentación previstas. 

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Pero este ha sido sin duda alguna un descubrimiento desconcertante que ha dejado perplejos a los científicos que la encontraron. 

Hay varias hipótesis  

Científicos piensan que la criatura fue arrojada fuera del agua y hacia el bosque por el mar embravecido. 

Por su parte, Renata Emin, presidenta de Bicho D’Água, “nos imaginamos que estaba flotando y la marea lo llevó al manglar”. 

Pero para intentar entender todo lo ocurrido, un equipo de especialistas se desplazó hasta el lugar para intentar averiguar cómo murió la ballena jorobada. 

Los biólogos examinaron el cadáver durante el fin de semana durante la marea baja, buscando signos de cómo pudo haber muerto la ballena y tomaron muestras para una necropsia. 

Los expertos estimaron que la ballena era una cría de 12 meses y aunque tenía aproximadamente la mitad de longitud que una jorobada adulta. 

Era demasiado grande y se encontraba en un área demasiado remota para ser eliminada por completo. 

Siguen las teorías  

Mientras tanto, el periódico Maritime Herald sugirió que la ballena podría haber muerto por comer plásticos en el océano. 

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Renata Emin le dijo a G1, “las ballenas jorobadas no suelen viajar hacia el norte, existen registros de la aparición de una en la zona hace tres años, pero es poco común”.

“Creemos que se trata de una cría que pudo haber estado viajando con su madre y probablemente se perdió o se separó durante el ciclo migratorio entre los dos continentes”, añadió 

Cómo se desplazan las ballenas jorobadas  

Las jorobadas viajan grandes distancias cada año, migrando lentamente hacia y desde los polos.  

Los habitantes del hemisferio norte migran en esta época del año a aguas tropicales antes de regresar al norte en el verano. 

En el hemisferio sur, migran hacia el sur durante esta época del año y regresan al norte durante el invierno, en la época de reproducción. 

Emin, manifestó que su grupo estaba examinando a la ballena para tratar de determinar la causa de su muerte. 

“Estamos recopilando información, identificando marcas en el cuerpo, para determinar si quedó atrapado en una red o si fue golpeado por una embarcación”, dijo a G1. 

Datan del siglo XIX 

De acuerdo con los científicos, durante los siglos XIX y XX, los balleneros mataron al menos 200.000 ballenas jorobadas en el hemisferio sur, acabando la población. 

Los esfuerzos de conservación a nivel mundial en las últimas décadas y los tratados promulgados para prohibir la caza de ballenas han salvado a la especie que alguna vez estuvo en peligro de extinción. 

La caza comercial de ballenas fue prohibida en Sudamérica y la Antártida en 1994. 

La creciente población de jorobadas ha aumentado las probabilidades de que una de ellas quede enredada en redes de pesca o sea golpeada por un barco. 

Cada año, se estima que 300.000 ballenas y delfines mueren después de quedar atrapados en artes de pesca, según la Comisión Ballenera Internacional. 

  • Imagen de portada tomada/ Infoamazonía
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