Los hechos de intolerancia no paran en Estados Unidos y muestra de ello es lo que ocurrió recientemente con un hombre de origen latino a quien le quitaron la vida con un arma de fuego.
El terrible hecho ocurrió en la ciudad de Lilburn, en el condado de Gwinnett, Georgia, donde un colombiano fue asesinado por un hombre estadounidense porque al parecer el occiso no le quiso dar paso en la vía.
La víctima responde al nombre de Ómar Pastor Cantillo Ávila, quien según las primeras informaciones que se han conocido se encontrada en un semáforo esperando que cambiara de rojo a verde.
Segundos después, el agresor Luis Cruz, quien tocaba la bocina reiteradamente para que le diera vía y poder seguir su camino, pero cuando se colocó en verde el victimario adelantó su carro y le cerró el camino tras un intercambio de palabras, se bajó y disparó de forma descomunal.
Y aunque el colombiano intentó responder también con una pistola, Cruz sacó un fusil semiautomático y baleó el carro de Cantillo, quien iba a bordo con dos familiares, uno de ellos heridos y el segundo logró huir. Ambos familiares de Cantillo.
Testimonios
“El que lo mató, venía atrás de él, pitándole, pitándole, pitándole. Cuando la luz cambió, él se le pasó y entonces le sacó el dedo (insulto)”, contó Ómar Cantillo, padre de la víctima mortal.
“fue entonces cuando este lo baleo de forma desmedida sin parar”.
Agrega el padre que: “el hijo mío le dijo -dale si le vas a dar-”, y sería cuando este lo acribilló a balazos en medio de la vía pública.
Algunas personas que estuvieron cerca del lugar de los hechos dicen que vieron como el copiloto intentó salir en medio de los disparos cuando recibió dos impactos de bala.
Y el tercer hombre logró salir y cubrirse en la parte trasera del vehículo donde logró proteger su vida lejos del homicida.
La familia del asesinado está pidiendo justicia ante lo ocurrido pues aseguran que Ómar Cantillo “era una muy buena persona con todos los que lo conocemos y no entendemos por qué lo mataron”.
La Policía

De acuerdo con las autoridades de la ciudad, un familiar de Luis Cruz entregó al joven de 18 años tras enterarse de lo ocurrido y de ver que el masculino podría huir de la Policía.
Así las cosas, los agentes fueron hasta la residencia donde se encontraba el sospechoso quien cuenta con antecedente por el porte y tráfico de drogas y por tener unas multas de accidentes de tránsito por los que no había respondido.
Dice la Policía que “se trató de una difícil situación en la que la víctima y el victimario estaban armados y se alcanzaron a apretar el gatillo de los dos involucrados, pero uno con fusil y otro con pistola”.
Scott Bennett, capitán del departamento de Policía de Lilburn dijo que ya lograron hablar con la familia del colombiano para establecer algunos detalles que quieren despejar de la investigación y así presentar la información más precisa posible a la Fiscalía para presentar los cargos ante el juez.
Los datos
El joven capturado fue enviado a una celda provisional y será presentado ante el juzgado por los señalamientos de homicidio grave y agresión agravada.
El sindicado no podrá pagar una fianza, dado la gravedad de los hechos y los testimonios de como ocurrió todo, pues se trataría de un hecho de intolerancia que llevó a sacar su arma sin que esta fuera necesaria.
El latino deja a un niño huérfano que ahora queda bajo la custodia de sus abuelos en el mismo territorio estadounidense.
“Su hijo estaba en Colombia, pero esta misma semana llegará para estar con nosotros ya que él no cuenta con su mama y solo con nosotros”, relató la familia de Cantillo en diálogo a la prensa hispana que hizo presencia en el lugar tras lo ocurrido con el latino.