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Así se vería Cuba si Castro no hubiese llegado al gobierno según la IA 

Según la inteligencia artificial, básicamente Cuba sería un aliado más para EEUU y con mayor progreso en su sociedad.

Es difícil predecir con certeza cómo sería Cuba en la actualidad si los Castro no hubieran llegado al poder en el año de 1959. 

Sin embargo, la inteligencia artificial dice que si puede especular sobre algunas posibilidades o aspectos precisos. 

Democracia multipartidista: Es posible que Cuba hubiera seguido siendo una democracia multipartidista si no hubiera tenido una revolución liderada por los Castro.  

Esto habría significado la presencia de varios partidos políticos compitiendo en elecciones libres y justas. 

Economía diferente: Es probable que la economía cubana hubiera tenido un desarrollo diferente si no se hubiera implementado el modelo comunista bajo el liderazgo de Fidel Castro.  

Podría haber seguido un camino más orientado hacia el capitalismo o un modelo mixto de economía de mercado y planificación estatal. 

Relaciones internacionales: Las relaciones internacionales de Cuba podrían haber sido distintas sin el régimen comunista de los Castro. 

Una Cuba más pro USA 

Es posible que Cuba hubiera mantenido relaciones más estrechas con los Estados Unidos y otros países occidentales, en lugar de aliarse estrechamente con la Unión Soviética durante la Guerra Fría. 

Sin embargo, es difícil predecir si el país hubiera experimentado avances significativos en áreas como la educación, la salud y el bienestar social. 

En resumen, la historia de Cuba habría sido considerablemente diferente sin la llegada al poder de los Castro en 1959.  

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Aunque, es importante recordar que la historia está influenciada por una serie de factores complejos y difíciles de prever, por lo que cualquier especulación sobre cómo sería Cuba en estos momentos en ausencia de los Castro es solo eso: especulación. 

Lo que era Cuba ante de los Castro 

En vísperas de la revolución de Fidel Castro de 1959, Cuba no era ni el paraíso que más tarde evocarían las imaginaciones nostálgicas de muchos exiliados cubanos, ni el infierno pintado por muchos partidarios de la revolución.  

Más bien, Cuba era uno de los países más avanzados y exitosos de América Latina. 

En cifras  

La capital de Cuba, La Habana, era una ciudad brillante y dinámica. A principios de siglo, la economía del país, impulsada por la venta de azúcar a Estados Unidos, había crecido espectacularmente.  

Cuba ocupaba el quinto lugar en el hemisferio en cuanto a ingreso per cápita, el tercero en esperanza de vida, el segundo en propiedad per cápita de automóviles y teléfonos, y el primero en número de televisores por habitante.  

La tasa de alfabetización, 76%, fue la cuarta más alta de América Latina. Cuba ocupa el puesto 11 en el mundo en número de médicos per cápita. Muchas clínicas y hospitales privados prestaban servicios a los pobres.  

La distribución del ingreso de Cuba se compara favorablemente con la de otras sociedades latinoamericanas. Una clase media próspera encierra la promesa de prosperidad y movilidad social. 

Panorama político  

Los problemas sociales de Cuba se vieron agravados por una historia política violenta, caótica y corrupta.  

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Desde que logró su independencia en 1902, Cuba había sufrido lo que simplemente podría llamarse un mal gobierno.  

Una lucha sangrienta y costosa para lograr la independencia de España había devastado la economía de Cuba. Los líderes insurgentes, conocidos como los mambises, habían sido diezmados.  

José Martí, el George Washington de Cuba, murió en batalla en 1895. El 20 de mayo de 1902, fecha del nacimiento de la primera república cubana, ningún líder tenía el poder de controlar las pasiones y ambiciones desatadas por la independencia.  

El Congreso de Estados Unidos aprobó la Enmienda Platt, que otorga a Estados Unidos el derecho de intervenir militarmente en Cuba para proteger sus intereses allí.  

La posición estadounidense socavó aún más la legitimidad del gobierno, ya que colocó a Estados Unidos en el centro de los asuntos cubanos. 

Invocando la Enmienda Platt, Estados Unidos ocuparía Cuba entre 1906 y 1909, y continuaría interviniendo en años posteriores. 

Esperanzas democráticas 

Todas las tensiones de la primera República explotaron en la revolución de 1933.  

Estudiantes universitarios, sindicatos y oficiales del ejército descontentos se unieron a la rebelión contra el quinto presidente de Cuba, Gerardo Machado, un hombre que había llevado la corrupción y la represión a nuevas alturas.  

Un profesor universitario, Ramón Grau San Martín, asumió el poder al frente de una coalición.  

Grau, un nacionalista, pidió “Cuba para todos los cubanos”, pero el embajador de Estados Unidos, Sumner Welles, hizo un trato con Fulgencio Batista , un sargento del ejército de habla inglesa, que derrocó a Grau.  

Batista se convirtió en el hombre fuerte de Cuba detrás de una sucesión de presidentes hasta 1940, cuando fue debidamente elegido presidente. 

Este sujeto sorprendió a muchos, inaugurando una era de esperanza en Cuba al patrocinar una constitución progresista, permitir que el Partido Comunista Cubano se uniera al gobierno. 

  • Imagen de portada tomada/Cubatel (hecha con IA)
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