En los últimos días ha venido ganando fuerza un movimiento que pide que Texas abandone Estados Unidos y se convierta en su propio país.
Daniel Miller, un texano de sexta generación, es parte del moderno Movimiento Nacionalista de Texas, apodado “Texit”.
Aboga por la secesión por medios pacíficos, citando frustración con el gobierno federal y el deseo de una mayor autonomía de Texas.
“Los texanos se ven cada vez más privados de sus derechos debido a un sistema federal que está totalmente roto”, dijo Miller a Business Insider.
“Al final del día, los texanos son tremendamente independientes y, francamente, están hartos y cansados de ser aplastados”.
Pero los críticos del movimiento han dicho que esto sería ilegal, inconstitucional, imposible y como algunos señalan, muy costoso.
Lo que plantean
El movimiento de secesión de Texas existe desde hace décadas, pero ha ido ganando atención a medida que el estado ha estado en el centro de múltiples tormentas políticas.
La más reciente, el enfrentamiento en la frontera sur entre las autoridades estatales y federales por la inmigración.
Walter Buenger, profesor de historia de la Universidad de Texas en Austin, dijo a medios locales que la secesión sería ilegal y poco práctica.
“No creo que salga mucho de esto. En Texas surgen conversaciones sobre secesión cada pocos años, generalmente cuando un demócrata es el presidente. Y esto tiene claramente una base política”, a medios de comunicación.
El choque de la idea
Texas tiene la segunda economía más grande de Estados Unidos después de California, impulsada por su industria de petróleo y gas.
Los tejanos también se encuentran entre los mayores contribuyentes al presupuesto federal a través de impuestos federales y normalmente contribuyen con más de $200 mil millones al año.
Pero reciben mucho a cambio: los dólares federales representan un tercio del presupuesto estatal de Texas, según la organización sin fines de lucro de presupuesto y políticas Every Texan.
Por su parte, Eva DeLuna, analista de presupuesto estatal de Every Texan, dijo en 2022. “Para un hogar de dos personas, son $18,000 que salen de su bolsillo”.
Agregó que: “Para reemplazar los servicios gubernamentales de los que dependemos, la nación de Texas tendría que encontrar una manera de obtener aproximadamente $9,000 adicionales por persona que vive aquí”.
Una mala propuesta
El profesor Buenger, dijo que la economía de Texas se basa en conexiones fuera del estado y que cualquier cosa que obstaculice eso sería simplemente “malo para los negocios”.
Por lo que sería una perturbación enorme para Texas la declaración de independencia, porque amenazaría el éxito de este estado.
Lo cierto, es que los intentos de incluir una pregunta sobre la secesión en el proceso de votación primaria del Partido Republicano de Texas han fracasado.
Sobre esto último, Buenger cree que se debe en parte a que la comunidad empresarial no la apoyaría.
Daniel Miller dijo que si Texas se separara, entonces votaría sobre una nueva forma de gobierno y negociaría con Estados Unidos sobre temas como el comercio y la defensa mutua.
No tendría poco apoyo
James Henson, director del Proyecto de Política de Texas de la Universidad de Texas en Austin, dijo que si bien el movimiento independentista puede ser ruidoso, no es realista y tiene poco apoyo entre los tejanos.
“En su mayor parte, esto es una proyección de fantasía entre un grupo muy pequeño de personas”.
Henson cree que, “el romance de alguna noción general de independencia de Texas se desvanece bastante rápido si la gente comenzara a considerarla seriamente”.
Una encuesta reciente señala que a 1.300 texanos (el 63%) respondieron que se consideran estadounidenses en primer lugar y texanos en segundo lugar.
Esto en comparación con el 26% que puso a Texas en primer lugar, lo que muestra una evidente minoría que podría desear independizarse, pero que ha resultado bastante agitadora mediáticamente.
La idea de “Texit” ha estado acaparando titulares y generando controversia últimamente, pero al menos parte de esto parece ser fabricado.
Lo cierto entonces, es que, el primer paso para que Texas se vuelva independiente, dicen los expertos sería un referéndum estatal para poder tener el apoyo popular que debe ser la principal razón para impulsar la idea.