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Barcelona convierte desechos humanos en combustible para autobuses urbanos

Barcelona se ha convertido en un referente mundial al probar un autobús con desechos humanos como combustible. El proyecto forma parte de la iniciativa europea LIFE NIMBUS, que desde hace cinco años transforma lodos de depuradora en biometano de alta pureza. Con este gas renovable se alimenta un autobús urbano de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), demostrando que los residuos de una ciudad pueden convertirse en energía limpia y circular.

El proceso se lleva a cabo en la Estación Depuradora de Aguas Residuales del Baix Llobregat, una de las más grandes de España. Allí, los lodos generados durante el tratamiento del agua son sometidos a un proceso de digestión anaerobia, del que se obtiene biogás. Posteriormente, gracias a un sistema de purificación y a la tecnología power-to-gas, ese biogás se convierte en biometano apto para vehículos.

Resultados medibles en Barcelona

El autobús con desechos humanos, conocido como Nimbus, recorre cada año más de 14 000 kilómetros. Al hacerlo, evita la emisión de unas 28 toneladas de CO₂ anuales en comparación con un vehículo diésel. La reducción alcanza el 80 % de la huella de carbono, lo que posiciona a este modelo como una alternativa real de movilidad sostenible.

La experiencia ha demostrado que no solo es posible generar energía a partir de residuos urbanos, sino que hacerlo tiene impacto directo en la calidad del aire y en la lucha contra el cambio climático. Barcelona se presenta así como un laboratorio urbano de soluciones verdes para el transporte.

Colaboración científica detrás del proyecto

El éxito de este autobús con desechos humanos no se entiende sin la colaboración de instituciones científicas y tecnológicas. El consorcio incluye a Aigües de Barcelona, la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), el centro de investigación Cetaqua y TMB, con apoyo de la Unión Europea.

El objetivo ha sido demostrar que la economía circular puede aplicarse en el transporte público: lo que la ciudad desecha se transforma en combustible para sus propios ciudadanos. Esta sinergia entre ciencia, gestión de aguas y movilidad convierte al proyecto en un modelo replicable en otras urbes.

Impacto global y proyección futura

La idea de mover un autobús con desechos humanos ha generado atención internacional. Ciudades de Europa y América Latina ya analizan la experiencia de Barcelona como un modelo de innovación ambiental. En un mundo en el que la demanda de transporte sostenible crece, la posibilidad de aprovechar residuos locales como fuente de energía abre una vía estratégica.

La ventaja del biometano es doble: reduce emisiones y disminuye la dependencia de los combustibles fósiles. Además, al integrarse con infraestructuras ya existentes, no requiere cambios drásticos en la operación de las flotas urbanas.

Retos por superar

A pesar del éxito, el camino no está libre de desafíos. La producción de biometano exige inversiones en plantas de tratamiento y sistemas de purificación avanzados. También requiere marcos normativos que incentiven a los operadores de transporte a adoptar energías renovables.

Otro reto es la escala de producción. Hoy, la generación de biometano es suficiente para mover un número limitado de autobuses. Para transformar de manera significativa el transporte urbano, será necesario aumentar la capacidad y garantizar la continuidad del suministro.

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Barcelona como laboratorio verde

El autobús con desechos humanos se suma a otras iniciativas de la ciudad, como la electrificación progresiva de flotas, los carriles bici y la creación de zonas de bajas emisiones. Todo forma parte de un plan integral para reducir la contaminación y mejorar la calidad de vida de los habitantes.

El mensaje de este proyecto es claro: incluso los residuos más cotidianos pueden convertirse en recursos energéticos valiosos si se aplican la tecnología y la visión adecuadas. Con ello, Barcelona demuestra que la innovación en movilidad sostenible no es una aspiración de futuro, sino una realidad que ya rueda por sus calles.

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