La búsqueda del ser humano por encontrar el secreto de la vida eterna y conservar por siempre la juventud han llevado a los magnates y la ciencia a encontrar la fórmula para logralro.
Es por eso que cada vez se ha hecho más popular el nombre del multimillonario Bryan Johnson. El famoso biohacker y empresario tecnológico, quien se ha convertido en todo un fenómeno en internet por querer encontrar el secreto de la eterna juventud. Asegurando que está dispuesto literalmente a todo con tal de conseguirlo.
Ahora, Bryan Johnson ha llevado su obsesión por encontrar el secreto de la longevidad y la eterna juventud al siguiente nivel. El multimillonario se está sometiendo como conejillo de indias a un excéntrico experimento de terapias genéticas experimentales en una remota isla frente a Honduras.
El nuevo experimento del que Bryan Johnson se ha convertido el conejillo de indias en su búsqueda de la eterna juventud
Se trata de un millonario experimento que tiene un costo de $25,000 dólares por sesión. Consiste en recibir inyecciones de una terapia génica que aún se encuentra en fase experimental pero que promete una “longevidad extrema”. Tal cual como lo busca Bryan Johnson.
El precio de la inmortalidad hace que cada año Bryan Johnson destine al menos $2 millones de dólares de su patrimonio neto estimado en $400 millones de dólares. En exclusivos tratamientos para no envejecer y burlar su edad biológica de 46 años. Aspirando a tener la vitalidad de un joven de 18 años.
La nueva técnica de la que ahora el multimillonario es conejillo de indias, implica acelerar la producción de folistatina en el cuerpo. Una proteína que gestiona la producción de otras proteínas y hormonas.
Según la startup estadounidense Minicircle Inc., la mente maestra detrás de esta terapia. Este procedimiento es la esperanza de la humanidad para alcanzar una “longevidad extrema”.
La isla de la experimentación de las terapias génicas en Honduras
La ambición de Johnson por someterse a este prometedor tratamiento, lo llevó hasta una remota isla caribeña de Honduras conocida como Roatán. Allí se ha convertido en el lugar de la experimentación de las terapias génicas.
Las inyecciones son un medicamento genéticamente mejorado que aún no ha sido aprobado por la FDA. Por lo que el tratamiento, no está exento de riesgos, básicamente es un conejillo de indias para las fases experimentales.
Ya que las terapias genéticas no reguladas han generado duras críticas de la comunidad científica. Algunos expertos, como la médica y neurocientífica Christin Glorioso, advierten sobre la falta de evidencia y los riesgos potenciales. Incluyendo la posibilidad de padecer cáncer o insuficiencia renal. Por lo que la falta de datos clínicos publicados por Minicircle Inc. ha incrementado estas preocupaciones.
Sin embargo, la decisión de Bryan Johnson de participar en este experimento no se tomó a la ligera. Ya que, junto con su equipo de científicos y la ayuda de un exfuncionario de la FDA, evaluaron cuidadosamente los riesgos y beneficios de someterse a ello.
Según Johnson, su análisis incluyó exhaustivas preguntas al equipo de Minicircle, y la calidad de las respuestas lo llevó a tomar la decisión de probar la terapia.
A pesar del elevado costo por sesión, la compañía optó por no cobrarle a Johnson. Presentando la terapia como accesible para cualquier persona en el mundo y al multimillonario como el cliente más prometedor hasta ahora.
Mientras tanto, Bryan Johnson ha compartido su experiencia a través de las redes sociales, asegurando que ahora es un “ser humano genéticamente mejorado”.
A pesar de que los niveles de folistatina en su cuerpo aumentaron un 160%. El multimillonario Bryan Johnson aún no ha experimentado mejoras notables en su rendimiento o habilidades personales en su búsqueda por la eterna juventud.
