San Salvador, El Salvador – En un giro histórico durante las elecciones presidenciales de El Salvador, el actual mandatario Nayib Bukele ha reclamado una victoria contundente, asegurando más del 85% de los votos, un hecho sin precedentes en la historia democrática mundial.
La capital salvadoreña se iluminó con fuegos artificiales mientras los ciudadanos celebraban este triunfo en la noche del domingo.
Bukele, conocido por su eficaz lucha contra las pandillas y por haber reducido significativamente las tasas de homicidios en el país, ha sido calificado como uno de los líderes más populares de América Latina y posiblemente del mundo. “Según nuestros números, hemos ganado la elección presidencial con más del 85% de los votos”, declaró Bukele en X, la plataforma sucesora de Twitter, horas después del cierre de las urnas, pero antes del anuncio oficial de los resultados.
Centenares de personas se congregaron en una plaza central de San Salvador para celebrar, marcando la ocasión con vítores y silbatos. Lorena Escobar, una enfermera de 38 años, expresó a la AFP: “Estamos más que felices con esta victoria: tendremos a Bukele por cinco años más”.
Bajo la presidencia de Bukele, El Salvador ha visto un descenso notable en el índice de asesinatos, alcanzando su nivel más bajo en tres décadas y ubicándose por debajo del promedio mundial. Esto se atribuye a las políticas de seguridad implementadas desde marzo de 2022, que han resultado en la detención de más de 75,000 miembros de pandillas.Además, Bukele afirmó que su partido, Nuevas Ideas, ha ganado 58 de los 60 escaños en la asamblea legislativa. El presidente cerró su publicación en X con un “Dios bendiga a El Salvador”.
No obstante, su administración ha enfrentado críticas en cuanto a derechos humanos. Activistas señalan que muchas personas inocentes, incluyendo menores, han sido atrapadas en esta redada, sufriendo condiciones inhumanas y en algunos casos tortura.
La reelección de Bukele fue posible gracias a una decisión de la Corte Suprema leal a su gobierno, lo que permitió sortear la prohibición constitucional de períodos sucesivos. Al ser cuestionado sobre una posible tercera candidatura, Bukele respondió: “No creo que sea necesaria una reforma constitucional”, dejando inciertas sus futuras intenciones políticas.
Este triunfo resalta tanto los logros en seguridad de su administración como los desafíos en materia de derechos humanos y gobernabilidad democrática que enfrenta El Salvador.