China ha iniciado la construcción de una plataforma de investigación de aguas profundas en Guangzhou.
Esto marca un paso importante en los esfuerzos del país para explorar entornos marinos extremos y desarrollar recursos oceánicos sostenibles.
Está previsto que la Instalación de Investigación del Ecosistema de Rezumadero Frío, dirigida por el Instituto de Oceanología del Mar de China Meridional, dependiente de la Academia de Ciencias de China, se complete dentro de cinco años.
Una iniciativa con alta tecnología
El proyecto combinará un laboratorio tripulado de aguas profundas en el fondo del océano con avanzados sistemas de simulación terrestres.
El diseño híbrido tiene por objeto permitir estudios a largo plazo y de alta precisión de los ecosistemas de filtraciones frías.
Asimismo, comunidades biológicas únicas que prosperan en la oscuridad y bajo presión extrema, donde el metano y otras sustancias químicas se filtran desde el fondo marino.
Estos ecosistemas, a menudo llamados «oasis de aguas profundas«, sustentan especies como gusanos tubícolas, almejas y corales raros que dependen de la energía química en lugar de la luz solar.
Lo que dice el gobierno chino
Li Chaolun, director del Instituto de Oceanología del Mar de China Meridional y líder del proyecto, dijo que: «Las filtraciones frías son la clave para comprender el ciclo del carbono de la Tierra, la vida en entornos extremos y la extracción segura de recursos como los hidratos de metano».
Agregando que: «Esta instalación colocará a China a la vanguardia de la ciencia de las profundidades marinas y la innovación en la economía oceánica verde».
El centro de investigación se centrará en tres desafíos fundamentales: cómo evolucionan los ecosistemas de aguas frías, cómo se adaptan los organismos a condiciones extremas y cómo el metano, un potente gas de efecto invernadero, interactúa con los entornos marinos.
Los científicos esperan que sus hallazgos sirvan de base para las políticas climáticas y orienten el desarrollo de energía en aguas profundas respetuosa con el medio ambiente, afirmó Li.
La instalación también probará tecnologías para la habitación humana prolongada en ambientes de aguas profundas, con posibles aplicaciones en la minería submarina, la ingeniería y el monitoreo ecológico.
«No se trata sólo de ciencia: se trata de traducir los descubrimientos en avances industriales», dijo Li, destacando los posibles avances en biotecnología marina y extracción de hidrato de metano.
Un lugar estratégico
El proyecto, que se encuentra en Guangzhou, una ciudad clave en la Gran Área de la Bahía de Guangdong-Hong Kong-Macao, tiene como objetivo aprovechar las fortalezas regionales en materia de investigación y fabricación marinas.
Una vez completado, servirá como plataforma de acceso abierto para la colaboración internacional y atraerá a los mejores investigadores, según el instituto.
Li dijo que el proyecto se alinea con el objetivo de China de convertirse en una potencia marítima global y lograr la neutralidad de carbono.
Al integrar las capacidades de investigación terrestre-marina, se espera que ayude a establecer la Gran Área de la Bahía como un centro de innovación al tiempo que aborda el cambio climático y el uso sostenible de los recursos.
La fase inicial de construcción de cuatro años, que comenzará en 2025, se centrará en la construcción de estructuras de laboratorio en aguas profundas resistentes a la presión.
Para cuándo estaría listo
El desarrollo de sistemas de simulación terrestres de alta precisión y el establecimiento de una red de infraestructura de investigación que conecte el mar y la tierra, dijo el instituto.
En 2030, una fase operativa de un año en alta mar permitirá probar nuevos equipos, incluidos sistemas de monitoreo de fugas de metano y módulos de soporte vital para tripulaciones de aguas profundas, en condiciones reales.
Los científicos afirman que esta fase ayudará a cerrar la brecha entre la investigación de laboratorio y las aplicaciones marinas prácticas, asegurando que las nuevas tecnologías puedan funcionar en entornos extremos.
A medida que comienza la construcción, los investigadores de todo el mundo anticipan hallazgos que podrían influir en las estrategias energéticas, la biotecnología y la política climática, dijo Li.
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