La guayaba podría ayudar en la lucha contra el cáncer de hígado
La guayaba, una fruta común en regiones tropicales, podría esconder un compuesto con potencial para enfrentar el cáncer de hígado. Un equipo de científicos de la Universidad de Delaware identificó una molécula natural presente en esta planta llamada (–)-Psiguadial A, que mostró efectos prometedores en estudios de laboratorio. Esta molécula se encuentra en las hojas y frutos de la guayaba y demostró una notable actividad antiproliferativa frente a células malignas, lo que abre la posibilidad de nuevos tratamientos inspirados en la naturaleza.
Un hallazgo que combina ciencia y naturaleza
El grupo de investigación liderado por el profesor William J. Chain logró desarrollar una versión sintética del (–)-Psiguadial A utilizando materiales comunes de laboratorio. Este avance significa que la molécula puede producirse de manera controlada, económica y sostenible, sin depender de la recolección directa de la planta. El estudio fue publicado en la revista científica Angewandte Chemie International Edition en mayo de 2025 y se enmarca en el campo de la síntesis total de productos naturales, una disciplina que busca recrear mediante química los compuestos bioactivos hallados en la naturaleza.
Gracias a este enfoque, los científicos pueden reproducir moléculas difíciles de obtener y explorar su aplicación médica con mayor precisión. En este caso, la guayaba no solo destaca por sus vitaminas y antioxidantes, sino también por su posible papel en el desarrollo de terapias contra el cáncer.
Potencial terapéutico y estudios iniciales
El (–)-Psiguadial A pertenece a un grupo de compuestos conocidos como meroterpenoides, caracterizados por su alta actividad biológica. En pruebas realizadas sobre células hepáticas humanas del tipo HepG2 —modelo utilizado para estudiar el carcinoma hepatocelular—, esta molécula logró inhibir el crecimiento de células cancerosas, mostrando un efecto antiproliferativo significativo.
Si bien los resultados son preliminares y todavía no se han realizado ensayos clínicos en humanos, los investigadores consideran este hallazgo como un paso importante hacia tratamientos naturales y accesibles. La Universidad de Delaware destacó que la versión sintética de la molécula permitirá ampliar la investigación y fomentar colaboraciones internacionales en el ámbito oncológico.
La guayaba y su papel en la medicina del futuro
Durante décadas, la naturaleza ha sido una fuente clave de inspiración para la medicina moderna. Desde la aspirina derivada del sauce hasta antibióticos y compuestos anticancerígenos, muchos de los medicamentos actuales tienen su origen en plantas y microorganismos. En ese contexto, la guayaba se perfila como una planta con potencial terapéutico no solo por sus beneficios nutricionales, sino también por sus posibles propiedades anticancerígenas.
El estudio demuestra cómo la combinación de química y biología puede transformar elementos naturales en soluciones innovadoras. La posibilidad de sintetizar compuestos como el (–)-Psiguadial A en laboratorio facilita su estudio, reduce los costos de producción y evita la sobreexplotación de recursos naturales. Si los ensayos futuros confirman su seguridad y eficacia, este avance podría marcar el inicio de una nueva generación de terapias derivadas de plantas tropicales.
Un paso hacia tratamientos más sostenibles
El descubrimiento también resalta la importancia de la investigación universitaria en el desarrollo de soluciones para la salud global. Con este avance, la Universidad de Delaware demuestra cómo la ciencia aplicada puede generar beneficios tangibles y contribuir a tratamientos más sostenibles y económicos. La guayaba, tradicionalmente valorada en la medicina natural, ahora se convierte en protagonista de un avance que podría tener impacto mundial.

