Publicidad

Científicos japoneses descubren lo que podría ayudar a detectar el autismo desde el nacimiento

Un estudio de la Universidad de Fukui sugiere que ciertos indicadores presentes desde el nacimiento podrían servir como claves para detectar el autismo en la infancia.

Un hallazgo que abre nuevas posibilidades

Un grupo de investigadores de la Universidad de Fukui, en Japón, realizó un estudio que sugiere que ciertos indicadores presentes desde el nacimiento podrían ayudar a detectar el autismo desde el nacimiento. La investigación, publicada en la revista Psychiatry and Clinical Neurosciences, ofrece una nueva pista biológica que podría ser clave para entender esta condición y mejorar la detección temprana.

La búsqueda de señales que permitan detectar el autismo desde el nacimiento es un objetivo central en la ciencia médica. Cuanto antes se identifiquen los riesgos, más efectivas pueden ser las intervenciones que favorecen el desarrollo social, cognitivo y emocional de los niños.

El estudio en detalle

Los científicos analizaron muestras de 200 recién nacidos como parte de la cohorte Hamamatsu Birth, un proyecto que sigue a madres e hijos durante varios años. El objetivo era comprobar si algunas moléculas presentes en la sangre del cordón umbilical podían relacionarse con síntomas posteriores de autismo.

A los seis años de edad, los niños fueron evaluados con pruebas clínicas estandarizadas como la ADOS-2 y la VABS-II. Estas herramientas permitieron medir tanto la presencia de rasgos del espectro autista como el grado de funcionamiento social y adaptativo.

Los resultados mostraron que los niveles de ciertos ácidos grasos derivados del ácido araquidónico guardaban relación con la intensidad de algunos síntomas. Niveles altos se vincularon con mayores dificultades en la interacción social. En cambio, niveles bajos se asociaron con conductas repetitivas o restringidas.

Diferencias según el sexo

Uno de los hallazgos más llamativos fue que las asociaciones parecían variar entre niños y niñas. En las niñas, las conexiones entre los indicadores biológicos y la severidad global de los síntomas del espectro fueron más claras.

En los niños, en cambio, la relación apareció de manera más marcada en el ámbito de las conductas repetitivas. Este resultado sugiere que los factores biológicos que influyen en el autismo podrían expresarse de forma distinta según el sexo.

Este aspecto ya había sido señalado en otras investigaciones. Comprender estas diferencias podría ser clave para diseñar estrategias de detección y apoyo más específicas.

Qué significa este avance

El autismo es una condición del neurodesarrollo que afecta a millones de personas en el mundo. Sus características incluyen retos en la comunicación social y la presencia de patrones de comportamiento repetitivos.

Aunque no existe una sola causa definida, se sabe que influyen tanto factores genéticos como ambientales. El estudio japonés no representa una prueba diagnóstica inmediata, pero sí abre una ventana de posibilidades.

- Patrocinado -

Identificar señales que permitan detectar el autismo desde el nacimiento ayudaría a complementar las observaciones clínicas y a orientar mejor la investigación sobre sus causas. También refuerza la importancia de estudiar el desarrollo desde los primeros días de vida.

Expertos independientes señalan que estos hallazgos son preliminares. Se necesitan más investigaciones en otras poblaciones y con muestras más amplias. Será fundamental combinar esta información con otros factores de riesgo para tener una visión más completa.

Implicaciones para la ciencia y las familias

Si los futuros estudios confirman estos resultados, podrían diseñarse herramientas que faciliten la detección del autismo desde el nacimiento. Esto tendría un impacto directo en la vida de las familias.

La detección temprana no solo mejora el acceso a terapias educativas y sociales. También reduce la incertidumbre para los padres y ayuda a planificar apoyos adecuados.

Cada avance en la identificación de posibles señales biológicas representa un paso hacia un futuro con más oportunidades de desarrollo para los niños con autismo. En ese sentido, la investigación científica se convierte en un aliado fundamental de las familias.

Una nueva ventana de investigación

El descubrimiento realizado en Japón ofrece una nueva perspectiva sobre cómo la biología prenatal podría influir en el desarrollo del autismo. No es una respuesta definitiva, pero sí un hallazgo que podría guiar la investigación en los próximos años.

Este avance permitiría acercarnos a métodos de evaluación más precisos y accesibles. La comunidad científica coincide en que aún queda un largo camino por recorrer.

Este tipo de resultados reafirman la importancia de invertir en estudios a largo plazo y en la búsqueda de marcadores que permitan comprender mejor las condiciones del neurodesarrollo.

Publicidad