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Con vehículos blindados y conductores armados esta aplicación quiere competir con UBER pero a otro nivel 

Esta es la ciudad dónde se ha iniciado este polémico servicio que busca generar mayor sensación de seguridad a sus pasajeros.

Un nuevo clon de Uber en Atlanta, EE. UU. está haciendo un lanzamiento diferente, sus conductores tendrán armas de acuerdo con la información de medios locales. 

‘Black Wolf’ es una aplicación que funciona de manera muy parecida a Uber, pero viene con la opción de un SUV a prueba de balas y un conductor armado.  

Si bien el aspecto de los viajes compartidos del negocio es nuevo, Black Wolf, dirigido por el empresario Kerry King Brown, ha existido por un tiempo, brindando seguridad privada y «protección ejecutiva». 

Black Wolf es el servicio más reciente que atiende a los histéricos del crimen, el tipo de persona que ve las ciudades estadounidenses como descendiendo a un violento juego de todos contra todos al estilo de Mad Max.  

El servicio se dirige a tipos ejecutivos que podrían necesitar la protección de un guardaespaldas, y también a «mujeres, niños en edad escolar y personas normales que quieren tranquilidad en este mundo loco», según su sitio web.  

La aplicación incluso ofrece un servicio de «conductor de transporte escolar», que es una «solución de puerta a puerta para los padres que hacen malabares con el trabajo y la familia». 

Si bien Brown llama a los SUV armados un «mal necesario» para proteger a la persona promedio, subirse al SUV es tan peligroso como salir de él. 

La situación de inseguridad 

El presidente Joe Biden quiere que se contrate y entrene a 100.000 policías en los próximos cinco años como parte de su plan para lograr un «Estados Unidos más seguro». 

Pero ¿Cuál es la situación en Estados Unidos?  

Si se analiza la cantidad de delitos violentos, uno de los múltiples indicadores asociados a la inseguridad, no es posible dar una respuesta única que refleje con precisión lo que sucede en los 50 estados y la ciudad de Washington. 

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La ciudad de Washington (Distrito de Columbia) es el territorio que tuvo mayor cantidad de delitos violentos cada 100.000 habitantes en 2020, según los datos disponibles más recientes del FBI.  

Su tasa de delitos es casi 10 veces mayor a la del estado que tuvo una menor cantidad: Maine. 

La categoría de delitos violentos incluye los homicidios, violaciones, robo y asalto agravado.  

Se trata de los crímenes que involucran el uso de la fuerza o las amenazas de uso de la fuerza, de acuerdo a la definición que utiliza el FBI. 

En Estados Unidos, la media de 2020 fue de 398,5 delitos cada 100.000 habitantes, un aumento leve con respecto a 2019, cuando la cifra fue de 380,8.  

A profundidad 

En total, 23 estados y la ciudad de Washington se situaron en 2020 por encima de esa media.  

En el caso de Washington la cifra fue de más del doble: se registraron 999,8 delitos cada 100.000 habitantes, es decir prácticamente un delito cada 100 habitantes. 

A la ciudad de Washington le siguen los estados de Alaska, Nuevo México, Tennessee y Arkansas, según las estadísticas de la agencia de aplicación de la ley.  

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Las diferencias con respecto a la capital estadounidense, no obstante, son significativas. En Alaska, por ejemplo, el registro de 2020 fue de 837,8 delitos cada 100.000 habitantes. 

En el otro extremo de la tabla está Maine, donde la estadística indica que hubo 108,6 delitos cada 100.000 habitantes en el año en que se desató la pandemia de covid-19.  

El segundo estado con menor cantidad de delitos fue Nueva Hampshire (146,4/100.000) y le siguen Vermont, Connecticut y Nueva Jersey. 

¿Qué pasa en California, Texas y Florida? 

California y Texas, los dos estados con mayor población de Estados Unidos, registraron 442 y 446,5 delitos por cada 100.000 habitantes en 2020, lo que los sitúa por encima de la media del país. 

Florida, mientras tanto, se ubicó por debajo de la media con 383,6 delitos cada 100.000 habitantes. Está, en comparación con el resto del país, a mitad de tabla, en la posición 26 de un total de 51 territorios. 

California y Texas quedan peor situados comparativamente, ocupando los puestos 35 y 36 de un total de 51 en el que el número uno corresponde al estado con menor cantidad de delitos y el 51 al que tiene una mayor cantidad. 

En los tres estados las variaciones fueron menores en comparación con los registros de 2019. 

La propuesta de Biden 

El presidente de los Estados Unidos Joe Biden, viajó a Pensilvania esta semana para promover su «Plan de Estados Unidos más seguro» (Safer America Plan). 

Contrario a la visión de algunos demócratas y de activistas que han pedido quitar recursos a la Policía y redirigirlos a otros programas. 

Biden dijo que «la respuesta no es desfinanciar a la policía, sino financiarla». 

«Estoy cansado de no dar el tipo de ayuda que necesitan. Amigos, miren, estamos en una situación en este país en la que tenemos que darles los recursos adicionales que necesitan para hacer su trabajo», dijo el presidente. 

El plan pide al Congreso que asigne más de US$ 10.000 millones a lo largo de cinco años para ayudar a financiar la contratación y la formación de agentes de policía adicionales.  

Su objetivo sería sumar 100.000 agentes en ese período. 

Las armas en EE. UU. 

Las estadísticas sobre muertes por armas de fuego a nivel estatal que manejan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades muestran coincidencias y diferencias con las de los delitos más violentos. 

En 2020, por ejemplo, Mississippi fue el estado con más muertes por armas de fuego cada 100.000 habitantes. Registró una tasa de 28,6.  

Le siguen Louisiana, Wyoming, Missouri, Alabama, Alaska y Nuevo Mexico. Estos últimos dos se encuentran también entre los cinco con más cantidad de delitos violentos. 

En el otro extremo están Hawai, Massachussetts, Nueva Jersey, Rhode Island, Nueva York y Connecticut como los estados con menor cantidad de muertes por armas de fuego cada 100.000 habitantes en 2020.  

En Hawai, por ejemplo, se registraron 3,4 muertes cada 100.000 habitantes según el último registro disponible.  

Esto quiere decir que hubo cerca de 10 veces menos de muertes por armas de fuego que en Mississippi. 

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