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Conflicto Escalado en Israel: Ataque de Gaza y Repercusiones Internacionales

Resumen del conflicto reciente en Israel tras un ataque masivo de las milicias de Gaza. Información actualizada sobre las respuestas de ambos lados, declaraciones de líderes internacionales y posibles repercusiones en la región de Oriente Medio.

Israel se encuentra en estado de guerra tras sufrir un ataque sorpresa y sin precedentes de las milicias de Gaza, que han lanzado más de 5.000 cohetes contra el territorio israelí y han infiltrado grupos armados por la frontera. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha declarado el estado de emergencia y ha movilizado a miles de reservistas para hacer frente a la amenaza. El balance provisional es de al menos 100 muertos y 800 heridos en Israel, y de más de 300 muertos y 1.500 heridos en Gaza.

El ataque comenzó ayer por la tarde, cuando las sirenas antiaéreas sonaron en varias ciudades israelíes, incluida Jerusalén, alertando del lanzamiento masivo de cohetes desde la Franja de Gaza. Según el Ejército israelí, se trata del mayor bombardeo que ha recibido el país desde su fundación en 1948. Los cohetes han impactado en zonas residenciales, edificios públicos, infraestructuras y bases militares, causando numerosos daños materiales y humanos. El sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro ha interceptado algunos de los proyectiles, pero no ha podido evitar que muchos otros alcanzaran sus objetivos.

El grupo terrorista Hamás, que controla la Franja de Gaza, ha reivindicado la autoría del ataque, que ha bautizado como “Operación Al-Quds”, en referencia al nombre árabe de Jerusalén. Hamás ha asegurado que se trata de una respuesta a la “ocupación y agresión” israelíes, y ha advertido que continuará con su ofensiva hasta que Israel “cese sus crímenes contra el pueblo palestino”. Además, Hamás ha afirmado haber secuestrado a decenas de soldados y civiles israelíes durante la incursión de sus comandos por la frontera con Gaza1.

Israel ha respondido con contundencia al ataque, lanzando decenas de ataques aéreos y artilleros contra objetivos militares y civiles en Gaza. El Ejército israelí ha afirmado haber destruido varios lanzaderas de cohetes, almacenes de armas, túneles subterráneos, edificios gubernamentales y residencias de líderes de Hamás. Sin embargo, también ha reconocido que los ataques han causado víctimas civiles entre la población palestina, que vive bajo un bloqueo israelí desde hace años. Según fuentes médicas palestinas, más de 300 personas han muerto y 1.500 han resultado heridas por los bombardeos israelíes2.

El primer ministro Netanyahu ha comparecido ante los medios para anunciar que Israel está en guerra y que no escatimará esfuerzos para defenderse del “enemigo”. Netanyahu ha calificado el ataque de Hamás como un “acto de guerra” y una “agresión intolerable”, y ha prometido que Israel responderá con “fuerza y determinación”. Asimismo, ha pedido a la población que siga las instrucciones de las autoridades y se refugie en los lugares seguros. Netanyahu ha declarado el estado de emergencia y ha ordenado la movilización de 40.000 reservistas para reforzar la seguridad en el frente interno y preparar una posible invasión terrestre de Gaza3.

La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la escalada de violencia entre Israel y Gaza, y ha llamado a ambas partes a la contención y al diálogo. El secretario general de la ONU, António Guterres, ha condenado el ataque de Hamás y ha instado a Israel a actuar con proporcionalidad y respeto al derecho internacional humanitario. Guterres ha advertido del riesgo de una guerra abierta entre Israel y Gaza, que podría tener consecuencias catastróficas para la región y el mundo. Asimismo, ha ofrecido los buenos oficios de la ONU para facilitar una solución pacífica al conflicto.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha expresado su apoyo incondicional a Israel y su derecho a defenderse de los ataques de Hamás. Biden ha calificado el lanzamiento de cohetes como un “acto de terrorismo” y ha asegurado que Estados Unidos está trabajando con sus aliados para restaurar la calma y evitar una mayor escalada. Biden ha afirmado que su país está comprometido con la seguridad de Israel y con la búsqueda de una solución de dos estados que garantice la paz y la dignidad tanto de israelíes como de palestinos.

La situación en Israel y Gaza es crítica y se teme que pueda desencadenar una nueva guerra en Oriente Medio. Los ataques continúan por ambas partes, sin que se vislumbre una salida negociada al conflicto. La población civil vive con miedo y angustia, bajo el constante peligro de los cohetes y los bombardeos. La comunidad internacional trata de mediar para evitar un mayor derramamiento de sangre, pero se enfrenta a la intransigencia de los actores implicados. El futuro de Israel y Gaza, y de toda la región, pende de un hilo.

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