Las políticas de control migratorio en Estados Unidos siguen haciendo efecto en la población indocumentada del país y continúa en repercusiones que han afectado la economía de algunos territorios norteamericanos como la Florida.
Según los últimos datos de registro se estima que la cifra de inmigrantes indocumentados en Florida es de 772.000 personas, mientras que la cifra total en Estados Unidos es de más de 45 millones de inmigrantes, lo que representa el 13,6% de la población total del país norteamericano.
Razón por la que cada vez se hacen más fuertes las restricciones en la frontera y dentro del país para las miles de personas que llegan indocumentadas a Estados Unidos en búsqueda de más oportunidades.
Sin embargo estas políticas migratorias también han traído consigo efectos adversos que han afectado la economía del país, especialmente en la Florida donde enfrentan una crisis por falta de mano de obra inmigrante.
La ley contra migrantes indocumentados en la Florida
La Ley SB 1718, se trata de política migratoria con mayor restricción en todo Estados Unidos y que se encuentra vigente desde el pasado 1 de julio de 2023 en el estado de la Florida.
Mediante esta Ley decretada por el gobernador del estado, el republicano Ron DeSantis, se imponen drásticas sanciones a inmigrantes indocumentados que residan y ejerzan otras actividades de manera ilegal en el territorio de la Florida, y también a las empresas que tengan entre sus empleados trabajadores ilegales.
La ley de regulación para los inmigrantes ilegales en Florida establece castigos de hasta 15 años de prisión para aquellos que lleven a personas sin documentos al estado, para el caso de las personas que han ingresado a menores de edad ilegalmente, recibirán la máxima pena.
La política migratoria también anula la validez de tarjetas de identificación comunitarias y licencias de conducción otorgadas por otros estados, dejando únicamente como válidos los documentos oficiales emitidos en Florida.
Crisis por falta de mano de obra en la Florida
Para el caso de las empresas, la Ley SB 1718 también ha traído grandes afectaciones, ya que aquellas que cuenten con más de 25 empleados deben usar el sistema E-Verify para confirmar la legalidad de sus empleados, o enfrentar multas de $1.000 dólares al día.
Lo que ha generado un declive significativo en diferentes sectores de la economía como la agricultura, construcción y turismo, en los que se veían principalmente movidos por la mano de obra de inmigrantes, donde empresas han perdido hasta el 10% de sus trabajadores.
El estado de Florida tiene 391,000 trabajadores indocumentados y según la Asociación de Trabajadores Agrícolas de Florida, el estado tiene más de 800.000 personas trabajando en labores del campo, gran parte de ellas inmigrantes, lo significa perder una parte importante del personal.

Es por eso que los ciudadanos del estado y opositores del gobernador DeSantis han catalogado esta nueva ley de política migratoria como una xenofóbica e intransigente, que no solo ha afectado a miles de personas que han tenido que salir de la Florida, sino que también a la economía del estado.
Mientras que en Florida escasea la mano de obra, cientos de inmigrantes indocumentados que se han visto obligados a salir del estado del Sol por la intransigentes políticas migratorias con la Ley SB 1718, decidieron buscar oportunidades de empleo en Texas donde la mano de obra continúa en aumento, donde los hispanohablantes representan el 65% de los trabajadores extranjeros en el estado.