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Crisis escolar en Colombia, más de 750 colegios han cerrado en el último año

Los expertos han sido claros en decir que, "si las escuelas no se reinventan, saldrán del mercado tarde o temprano".

 La crisis que rodea a los colegios privados colombianos se ha profundizado en los últimos años.  

En la última década se ha producido un aumento en el número de colegios privados que se han visto obligados a cerrar, en algunos casos tras casi un siglo de existencia. 

Los datos señalan que en los últimos dos años, 769 escuelas privadas cerraron en Colombia.

En Bogotá, 160 escuelas privadas cerraron en los últimos dos años y 26 dejaron de funcionar solo entre enero y junio de este año. 

Los cierres se deben principalmente a una disminución significativa de la tasa de natalidad en Colombia, una tendencia que comenzó en los años 80 y se ha agudizado cada vez más en este siglo.  

El número promedio de hijos por familia ha bajado de 4 a 1,2, lo que reduce sustancialmente el número de niños y adolescentes en edad escolar.  

Sin embargo, los expertos dicen que los cambios demográficos son solo un factor que afecta al cierre de escuelas privadas en Colombia, y que hay una serie de otros problemas que afectan el declive de las escuelas. 

Escuelas privadas en crisis 

El director del Instituto Alberto Merani, Julián de Zubiría, afirmó recientemente que “Colombia es un país que en los años 60 tenía una tasa de natalidad muy cercana a la de África en ese momento, con un promedio de 7,5 hijos. Sin embargo, hoy en una ciudad como Bogotá, las mujeres tienen un promedio de 1,2 hijos”. 

Zubiria, quien hizo sus observaciones durante un programa de televisión, dijo que los jardines infantiles de Colombia ejemplifican estos cambios demográficos.  

Si vemos los niños que ingresaron a los jardines infantiles de Bogotá en 2023, nos damos cuenta de que la cifra es la mitad de la de hace solo cinco años”.  

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El experto en educación advirtió que esta tendencia “va a continuar y cada día va a ser un poco más compleja”, dada la rapidez con la que cambia la demografía de Colombia. 

Un ejemplo de la crisis en los colegios

Recientemente el colegio Sans Façon, ubicado en el norte de Bogotá, anunció que cerrará sus puertas al finalizar el año escolar 2024, con lo que concluirá 126 años de educación.  

El centro educativo indicó que su cierre se debe a la “disminución significativa y constante de estudiantes en los últimos diez años”. 

“El colegio no cuenta con los recursos económicos para inyectar el capital necesario para brindar una propuesta innovadora para atraer más estudiantes”, señalan en un documento.

La necesidad de reinventarse o desaparecer

La situación que vive Sans Façon se refleja en un buen número de escuelas privadas en el resto de Colombia.  

Los expertos coinciden en señalar que la importante caída de la tasa de natalidad en el país en las últimas décadas es la principal causa de estos cierres.  

Sin embargo, muchos también señalan la incapacidad de muchas de estas escuelas para adaptarse a los métodos pedagógicos contemporáneos

Muchas escuelas carecen de la capacidad para adaptarse a nuevas metodologías educativas o para atender a alumnos con necesidades educativas diferentes, lo que provoca una reducción del número de alumnos y, finalmente, la necesidad de cerrar por completo. 

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La falta de adaptación

Hay algunas “escuelas que históricamente eran muy conocidas, pero que no se han adaptado a los tiempos, no han empezado a trabajar con diferentes lenguas, no han pasado a un modelo de enseñanza más reflexivo, más crítico”, afirma Julián de Zubiria.  

“Las escuelas que siguieron con modelos más tradicionales son las que ahora están más afectadas por la amenaza del cierre”. 

Continua el experto diciendo que: “El impacto de la crisis demográfica no afecta a las escuelas que han optado por la innovación, porque se han adaptado a los tiempos”.  

En lugar de verse obligadas a quedarse obsoletas, estas escuelas se han vuelto mucho más atractivas para las familias con niños en edad escolar. 

Crisis demográfica  

En las escuelas públicas, que reciben financiación del Estado, los cambios demográficos se han sentido menos.  

Si bien Zubiría lo toma como una buena señal –reiterando que “es lógico que un Estado se ocupe de la educación pública, esa es su obligación y su deber”–, también dijo que para Colombia sigue siendo importante tener una mezcla de escuelas públicas y privadas. 

“Se equivocan quienes hace años decían que toda la educación del país debía ser privada, y se equivocarían también ahora si cayeran en la tentación de irse al otro extremo y pensar que la educación debe ser exclusivamente pública”, afirma el especialista en mención.

“Ojalá que cuidemos tanto la educación pública como la privada”.  

Para Zubiría el Estado debe priorizar la educación pública, «pero no puede permitir que se acabe la educación privada y mucho menos celebrar que esto ocurra”. 

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