El Departamento de Justicia de EE. UU. (DOJ) ha presentado una amplia demanda antimonopolio contra Ticketmaster y su empresa matriz Live Nation Entertainment, acusándolas de operar un monopolio ilegal sobre los eventos en vivo en Estados Unidos, sofocando la competencia y elevando los precios para los fanáticos.
La demanda, presentada en un tribunal federal en Manhattan, fue impulsada junto con 30 estados y fiscales generales de distritos, y busca desmantelar el monopolio que, según afirman, está ahogando a los promotores más pequeños, perjudicando a los artistas y ahogando a los fanáticos con interminables tarifas.
“Es hora de que los fanáticos y artistas dejen de pagar el precio del monopolio de Live Nation,” dijo el Fiscal General Merrick Garland el jueves. “Es hora de restaurar la competencia e innovación en la industria del entretenimiento. Es hora de desmantelar Live Nation y Ticketmaster. El pueblo estadounidense está listo para ello.”
Impacto en Canadá
Shae Harding, una fan de Taylor Swift y madre de dos hijos en Langley, B.C., se encuentra entre los muchos canadienses que han sufrido las consecuencias del monopolio de Ticketmaster. En noviembre, cuando intentó conseguir entradas para el concierto de Swift en Vancouver, se topó con un sitio web colapsado y precios de reventa exorbitantes, que en algunos casos superaron los $26,000. “Algo tiene que hacerse para detener esto, porque va a acabar con los conciertos,” declaró Harding a CBC.
El monopolio de Ticketmaster
El DOJ acusa a Live Nation de utilizar una serie de tácticas —incluidas amenazas y represalias— que le han permitido “sofocar la competencia” al mantener un control firme sobre casi todos los aspectos de la industria, desde la promoción de conciertos hasta la venta de boletos. “La música en vivo no debería estar disponible solo para aquellos que pueden pagar el impuesto de Ticketmaster,” dijo Jonathan Kanter, asistente del Fiscal General de la División Antimonopolio del DOJ.
Live Nation ha negado repetidamente estar violando las leyes antimonopolio y afirmó el jueves que la demanda “no resolverá los problemas que preocupan a los fanáticos respecto a los precios de las entradas, las tarifas de servicio y el acceso a los espectáculos de alta demanda.” La empresa sostuvo que la mayoría de las tarifas de servicio van a los lugares y que la competencia externa ha “erosionado constantemente” la cuota de mercado de Ticketmaster.
Repercusiones legales y sociales
La demanda es el último ejemplo del enfoque agresivo de la administración Biden en la aplicación de las leyes antimonopolio contra empresas acusadas de mantener monopolios ilegales que excluyen a los competidores y elevan los precios. En marzo, el DOJ presentó una demanda contra Apple por presunto poder monopolístico en el mercado de teléfonos inteligentes. La administración también ha tomado medidas contra gigantes tecnológicos como Google y Amazon.
Ticketmaster, que se fusionó con Live Nation en 2010, es el mayor vendedor de boletos del mundo. En su informe anual del mes pasado, la empresa dijo que Ticketmaster distribuyó más de 620 millones de boletos a través de sus sistemas en 2023. Alrededor del 70% de las entradas para los principales lugares de conciertos en EE. UU. se venden a través de Ticketmaster, según datos de una demanda federal presentada por consumidores en 2022.
El vendedor de boletos desató la indignación en noviembre de 2022 cuando su sitio colapsó durante un evento de preventa para la gira de estadios de Taylor Swift. La empresa dijo que su sitio fue abrumado tanto por fanáticos como por ataques de bots, que se hacían pasar por consumidores para acaparar boletos y revenderlos en sitios secundarios. El desastre provocó audiencias en el Congreso y proyectos de ley en las legislaturas estatales dirigidos a proteger mejor a los consumidores.
El DOJ permitió la fusión de Live Nation y Ticketmaster siempre y cuando Live Nation acordara no tomar represalias contra los lugares de conciertos por usar otras compañías de boletos durante 10 años. En 2019, el departamento investigó y descubrió que Live Nation había “violado repetidamente” ese acuerdo y extendió la prohibición de represalias contra los lugares de conciertos hasta 2025.
Ticketmaster ha chocado repetidamente con artistas y fanáticos a lo largo de los años. Pearl Jam criticó a la empresa en 1994, aunque el DOJ finalmente declinó presentar un caso. Más recientemente, los fanáticos de Bruce Springsteen se enfurecieron por los altos costos de las entradas debido al sistema de precios dinámicos de la plataforma.
La esperanza de los fanáticos y músicos canadienses es que esta demanda finalmente traiga un cambio y alivio en los costos para poder disfrutar de la música en vivo sin tener que pagar precios exorbitantes.