El presidente electo de los Estados Unidos Donald Trump informó que declararía una emergencia nacional para llevar a cabo deportaciones masivas de inmigrantes que viven en el país sin permiso legal.
Trump dio a conocer este plan luego de responder a una publicación en las redes sociales de Tom Fitton de Judicial Watch.
Este dijo a principios de este mes que hay informes de que la administración entrante está preparando tal declaración y utilizará “activos militares” para deportar a los migrantes.
Trump se comprometió a iniciar las deportaciones masivas tan pronto como asuma el cargo como presidente de la potencia norteamericana.
“El primer día lanzaré el mayor programa de deportación de la historia de Estados Unidos para expulsar a los criminales“, ha dicho Trump en varias oportunidades.
“Rescataré cada ciudad y pueblo que haya sido invadido y conquistado, y meteremos a estos criminales crueles y sedientos de sangre en la cárcel”.
Su gabinete
El magnate ha designado a varios partidarios de la línea dura en materia de inmigración y que se identifican con sus ideas conservadoras y nacionalistas.
Por ejemplo, la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, fue elegida secretaria de Seguridad Nacional, a la espera de la confirmación del Senado.
Asimismo, el exdirector interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, Tom Homan, fue nombrado “zar de la frontera“.
Homan ya había hablado de su visión de las deportaciones masivas y dijo que primero se concentrarían en expulsar a los criminales.
Homan reiteró su plan de “quitarle las esposas a ICE” y aumentar los arrestos, aunque señaló que necesitará más recursos para llevarlo a cabo y dijo que hay “muchos interrogantes”.
“Me han preguntado miles de veces: ¿cuántas personas se pueden eliminar en el primer año? ¿Cuántos agentes tengo?”, dijo Tom a la prensa estadounidense.
Una promesa de campaña
Durante toda la campaña, Trump prometió movilizar a la Guardia Nacional para ayudar con las deportaciones.
Los expertos dijeron a ABC News que esa medida marcaría un cambio fundamental para el ejército, que normalmente no se involucra en cuestiones de aplicación de la ley en el país.
En ocasiones, Trump fue más allá y sugirió que miles de tropas del extranjero se trasladaran a la frontera entre Estados Unidos y México.
Se estima que en Estados Unidos viven unos 11 millones de inmigrantes no autorizados que no tienen estatus migratorio legal.
Deportarlos podría costar miles de millones de dólares al año, según estimaciones del Consejo Estadounidense de Inmigración.
Además, las deportaciones masivas podrían tener un impacto económico más amplio al resultar en una pérdida de ingresos fiscales y escasez de mano de obra.
Los planes de Trump en relación a las deportaciones masivas podrían generar alzas en la industria agrícola dada la poca mano de obra que habría disponible en el país.
“Si me quitaran mi fuerza laboral, no comerían. Si van al Valle de San Joaquín y comienzan a hacer lo que dicen, se acabó. El país se detendrá”, dijo Manuel Cunha presidente de la Liga de Agricultores Nisei de los EEUU.
Los migrantes como fuerza laboral de EEUU
Según un nuevo estudio de la National Foundation for American Policy, los trabajadores inmigrantes serán la única fuente de crecimiento de la fuerza laboral de Estados Unidos después de 2052.
Mucho antes de esa fecha, según este informe, el número de estadounidenses en edad de trabajar se estancará.
Los resultados representan la última evidencia de que el crecimiento económico y los niveles de vida de Estados Unidos languidecerán sin que los trabajadores inmigrantes ingresen a la fuerza laboral estadounidense.
Economistas como Pia Orrenius y Chloe Smith, del Banco de la Reserva Federal de Dallas, señalaron en una declaración pública que un país logra el crecimiento económico con “el crecimiento de la fuerza laboral y su productividad”.
Por lo tanto, las empresas no pueden expandirse sin encontrar personas para contratar, y los consumidores estadounidenses sufren cuando las empresas no pueden proporcionar bienes y servicios debido a la falta de trabajadores.